Explosión Sativa
El viernes 19 de julio, Eruca Sativa salió a reafirmar su enorme presente con un Vorterix colmado, su sonido de power trío intacto y las ganas de demostrar que no paran de crecer.
Pasadas las 21, el viejo Teatro de Colegiales era la contracara de
un frío que helaba en las calles porteñas: con entradas agotadas, la
gente se amontonaba para tener una mejor ubicación, coreando cantitos
para matar la espera. Lula Bertoldi (voz y guitarra), Brenda Martín (bajo y coros) y Gabriel Pedernera (batería) aparecieron en el escenario al ritmo de “Mi canción”, para que el público le conteste con un fuerte “Y dale, y dale, y dale Eruca, dale!”,
lleno de emoción y euforia. Para seguir bien arriba siguieron con
“Calma” y “Desdobla”, donde la gente estalló y fue imposible no saltar
al compás de las salvajes melodías.
Bertoldi entiende que hablar desde el escenario le roba mucho tiempo para tocar, así que el primer saludo (y uno de los pocos) lo dijo en la mitad de la espectacular versión de “El genio de la nada”, y fue un simple pero sincero: “¡Buenas noches, Vorterix!".
“Esto es una señal: Siempre hay tiempo para otro final”,
gritaba la cantante mientras sonaba “Tu trampa”, una de las canciones
más festejadas de la noche. Previo a “Antes que vuelva a caer y “Eco”,
los integrantes se presentaron y pidieron un aplauso por este buen
momento que estan viviendo como banda de rock. Para que Bertoldi y
Martín se lucieran sobre las tablas, sonaron “¿Cómo vas a hacer?” y “El
Balcón”, dos temas que te hacen mover la cabeza instantáneamente con sus
respectivos solos.
Para el final, la banda no quiso frenar y sonó de manera fuerte y
explosiva, así que de repente el bajo dejó sordo a más de uno y
musicalizó el lugar con las primeras estrofas de “Para que sigamos
siendo”, acompañado por una batería donde Pedernera supo demostrar que
le sobran dotes para estar detrás de los parches. Sin un bis, de corrido
y super enérgico, se despacharon con versiones totalmente poderosas (al
mejor estilo Cabezones en sus mejores épocas) de “La Carne”, “Fuera o
más allà” y “Queesloquepasa”, que descontroló a la masa porteña que los
fue a ver, y sólo dejo tiempo para un cierre con ellos tres abrazados,
sonrientes y felices saludando a su público.
Eruca Sativa contiene en sus músicos y en sus melodías
una fuerza incontenible que pocas veces se puede encontrar. En cada
presentación, la banda conquista a quien la ve por primera vez, y deja
más enamorado a aquellos que la siguen desde hace un tiempo. Una chica
que paseaba por el Vorterix se preguntaba: “¿Cómo pueden sonar así si
sólo son tres?”. La realidad es que eso no se puede explicar: hay que
pagar la entrada, ir a verlos y dejarte llevar por esa energía, porque
la leyenda de esta banda cordobesa está escribiendo las mejores páginas
de su historia.
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Publicada en Revista El Bondi:
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