Barrio de corazón
Con un claro mensaje de independencia, Chapones inundó de rock ‘n roll y
buenas letras al Uniclub del tanguero barrio de Almagro.
Una banda llamada Budda, llegada de la provincia
de San Juan, abrió la noche con un sonido muy de principios de los
noventa. Tal es así, que cerraron su presentación con una versión tan
espectacular como intacta de ‘Smells like teen spirit’, de Nirvana.
Una mujer vestida de niña se paró frente al escenario, y con una
voz de española, puso en escena una especie de stand up para presentar a
la banda. Una idea (muy) de los años ochenta de Los Redondos, cuando
eran casi una banda de culto, y ni siquiera se imaginaban llenando
estadios una década después, con un público totalmente distinto al que
los veía en el under. Luego de un audio que contenía frases históricas
tan célebres como tenebrosas, la banda salió al escenario, mientras su
público femenino estallaba pidiendo por ellos.
De esta manera, Gonza Figueras (guitarra), Huevo Gonzalez (saxo y armónica), Inca Liceda (batería), Pipa Liceda (voz y guitarra) y Pocho Horton
(bajo) hicieron sonar "Volví", donde el cantante aseguró con su
vozarrón, que por una mina sus proyectos no estaban a un costado ya que
él iba al frente de su locura porque sus emociones poseían la cura.
La lista siguió, destacándose "Todos los días, el día", "Superficial" y "1 AM", de su último álbum Anti-agónicos
cuando de pronto, el frontman decidió dedicar una canción a “Paola”
(quien supuestamente pertenecía a un medio corporativo), y se
despacharon con "Verdugos recargados". “Agradezcamos que conseguimos una Ley (por la Medios y Servicios Audiovisuales) que va a dejar a estos hijos de puta afuera de esto”, tiró enfurecido Pipa post canción.
Para hacer bailar a su gente, "Nativos" fue la elegida para que
todos movieran sus pies al compás de una letra bien combativa; y luego,
asegurando que quién no conocía esta canción bien de barrio, bien de La
Paternal, no sabía nada de rock, los Chapones se despacharon con una
estupenda versión de "Sandwiches de miga", de Norberto Pappo Napolitano
para alegría de los presentes.
“Todo esto es un gran esfuerzo colectivo, que tiene un mensaje, y de la única manera en que pueda crecer, es con el boca a boca”,
dijo Pipa, y un crudo bajo y un lindo saxofón fueron los reyes de la
despedida de la primer parte del show, cuando sonó "Anabela".
“Y si no digo lo que pienso, le fallo a lo más puro de mi esencia”,
sonaba desde las pantallas con la presentación del vídeo de "Esencial",
que fue la excusa perfecta para esta fecha en el Uniclub. Esto generó
el primer "Chaponees... Chaponeees" de la gente, dando comienzo a un agradable bis.
Un lindo riff regaló "Revelación, desvelo y balcón", primera
canción de la etapa final del show. Una bandera gigante de la igualdad
tapó las cabezas de todos como una especie de telón de cualquier
hinchada del fútbol argentino cuando sonó "Venas abiertas", que demostró
que es más que una canción para sus seguidores; es un himno con un
mensaje más que claro. El final tuvo la fuerza de "Dejando Todo" que
descontroló a los que dijeron presente en el boliche rockero que está a
metros del Abasto. El pogo, el desenfreno y las banderas se entrelazaron
con los cantos de "A todo nada voy...Dejando todo... Dejando todo por el rocanrol" (sí, así, bien de barrio), para estallar las manos en aplausos y despedirlos por su buena presentación.
Herederos de La Renga y Los Redondos, tal vez primos de los
comienzos de El Bordo, se puede leer en los sonidos y en las letras,
que crecieron escuchando y viviendo el rock en las calles de su barrio.
Independientes y con dos discos en su haber, Chapones muestra en vivo
que su trabajo va cada vez más en serio, y si de verdad te gustó, ¡no
seas egoísta y hacé correr la voz!
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Publicada en Revista El Bondi:
http://www.elbondi.com/cobertura/chapones-di-teresa/barrio-de-corazon#.Vj7Dtb_zhzk