jueves, 28 de abril de 2016

Entrevista a Fernando Blanco, director de "Entre Dos Luces - Primera Parte", Rockumental dedicado a Suárez (08 de Abril de 2016)

Entre dos luces - Primera parte

Fernando Blanco, guitarrista de Valle de Muñecas, es el director del documental dedicado a Suárez, pilar fundamental del movimiento indie nacional. Este fin de semana, en una nueva edición del BAFICI, se proyectará para el público porteño.


-¿Cómo nació la idea del documental?
-Empezó a girar por mi cabeza a fines del 2011. Siendo fanático de la banda y habiendo trabajado con (el guitarrista) Gonzalo Córdoba, en la época de Hora de no ver (1994), comencé a preguntarme cómo era que no existía material del grupo por ningún lado, ni siquiera en Internet. Estuve más de un año hasta que decidí a tomar cartas en el asunto, le escribí a Rosario (Bléfari, voz) por Facebook y le conté mi idea. Tardó unos días, pero me contestó y organizamos un encuentro con ella, Fabio Suárez y Marcelo Zanelli, bajista y guitarrista, respectivamente.

-Y ahí comenzó todo, ¿no?
-Claro, porque Rosario me comentó que había digitalizado gran parte del material que disponía y que también había pensado en hacer una película, pero que nunca la había comenzado.  Ese día me fui con 20 horas de material fílmico para ver. Existían shows y grabaciones caseras, en los que ellos mismos se filmaban. Me pareció estupendo ver la historia de la banda contada desde su óptica. No existen las entrevistas a ellos, ni gente diciendo: “Yo me acuerdo cuando…”. Es totalmente contrario a un documental de la BBC, es puramente un found footage.

-Viendo tanto material, ¿qué te llamó la atención?
-Que el audio de "Conductor de Noche", la canción que abre el álbum debut de la banda, está sacado de un VHS. Hay versiones acústicas (casi demos) de los tracks de Horrible (1995), su segundo disco. También aparece Rosario, que se grabó mientras tocaba la guitarra o una performance en Die Schule, que hizo Bléfari con María Fernanda Aldana (EOY), llamado "Demasiado Transmundial" y dirigida por Daniela Cugliandolo. Estaba lleno de sorpresas. Puedo asegurar que el fanático la pasará muy bien. A veces, resulta hasta una comedia (risas).
      
-¿Por qué el documental se enfoca en Hora de No Ver y Horrible, los dos primeros álbumes del grupo?
-Lo decidimos con Rosario, enfocarnos en la época en la que no eran conocidos. Además, quisimos resaltar la primera formación formal (antes existió otra, pero más inestable y menos duradera) con Zanelli y lo que había generado con tan sólo dos discos, llegando solamente a Bahía Blanca, como lo más lejano, previo a sus pasos por Chile y España. A mi entender, esos discos son dos caras de la misma moneda, con un sonido más ruidoso y muy diferente a la búsqueda musical que hicieron después. Por esa misma razón, el documental se titula Entre dos luces.

-¿Existe una segunda parte?
-Sí y, a diferencia de la primera, será la banda grabada por terceras personas, en donde hay documentos fílmicos de su paso por Chile, España y recitales masivos en Buenos Aires. Es una mirada diferente, ya que en la primera sólo graba una cámara, mientras que en la otra son distintas fuentes, con diferentes ojos.

-¿Piensan editarla este año también?
-Es la idea. Ya estoy digitalizando una parte, son más de 15 horas. También está el backstage del vídeo de "Río Paraná". Realmente, hay mucho y buen material.

-¿Por qué la película fue presentada en el Festival Internacional de Mar del Plata?
-El periodista Pablo Conde, encargado de la organización, fue uno de los primeros en ver el film y quedó encantado. A las dos semanas, me llamó para decirme que estábamos adentro. Ni lo dudé, porque fue algo que no lo busqué, se dio sólo. Lo más llamativo es la atención que generó en los medios y la gran expectativa. Algunos conocidos se enojaron porque no entró en competencia, pero siempre remarqué que los premios no son importantes, sino la prensa que tuvo. Obvio que influyó que la banda sea querida, pero hasta los Suárez desconocían cuánto habían marcado. De los 80 tickets cortados en su último concierto, hace 15 años atrás, a los 2000 en el Konex, hay un abismo. Quizás, si eso sucedía antes, el grupo no se separaba.

-Sobre esto último, ¿qué sentiste cuando la banda se volvió a presentar en parte gracias a tu trabajo?
-Me emocionó muchísimo, porque yo era de los que pensaba que nunca iban a volver. El film les hizo recordar lo bien que la pasaban tocando, y me fascina que tengan el reconocimiento que se merecen. El motor que impulsó todo esto, era lograr que los reconozcan.+

-¿A qué le atribuís que el mito del grupo haya crecido tanto?
-Es una banda muy particular, que fue iniciática en un montón de cosas. Primero, por la independencia musical en una época diferente a la actual, donde el mainstream de ese momento decía quién tocaba y quién no. Ellos, junto a El Otro Yo y Estupendo, decidieron combatir ese idea e ir en contramano. Suárez encontró la manera de editar su material de manera independiente. Nunca esperaron que los vengan a buscar y eso es súper relevante. Por otro lado, fueron contemporáneos a lo que estaba sucediendo en el exterior y a bandas como Sonic Youth o Stereolab.

-¿Hay posibilidades de qué salga en DVD?
-Se había hablado en su momento. Si sale, se encargaran los Suárez, pero yo no le encuentro mucho sentido. Si bien yo tengo los míos guardados, no creo que sirva más que para souvenir. Lo que sí, cuando tengamos las dos partes, se hará una proyección en continuado, como "El nacimiento de una nación", de D.W.Griffith. Sería como un maratón de Suárez (risas).
-En esta edición del BAFICI hubo en cartelera, aparte de tu película, dos documentales: uno sobre Adicta y otro por Perdedores Pop. ¿A qué crees que responda esta iniciativa?
-En los tres casos existe un punto en común: fueron bandas de culto. Perdedores Pop es la más chica, pero su loserismo latente la hacía muy especial. Hoy pongo su disco y me sigue gustando, ya que tienen personajes muy fuertes como integrantes. Adicta, si bien es más del 2000, no fue tomada muy en serio, más allá de la cantidad de fans que pudo recolectar. Les tocó una época muy complicada, primero la crisis del 2001, después Cromañón. Entre 2001 y 2008, no fue una buena época para tener una banda en Argentina.

-El grupo se volvió a juntar a partir del largometraje. ¿Lo ves como algo permanente?
-Si bien tienen sus proyectos personales, todos los implicados tienen ganas de que sucedan cosas. Creo que es una buena banda para ver dos o tres veces al año, de un disco y gira. O, en su defecto, por periodos de tiempo. Me parece la manera ideal para que sigan funcionando. Ellos dicen que no, pero la puerta está abierta. Estaría buenísimo, y yo los seguiría yendo a ver.
 
*Próxima función: sábado 23 en el Artemultiplex Belgrano, sala 3. A las 22:50.

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Publicada en Revista El Bondi: