lunes, 21 de marzo de 2016

A 20 años de la Despedida de The Ramones en Argentina (16 de Marzo de 2016)

Amor Eterno

Se cumplieron 20 años de aquella mítica despedida de Ramones en el estadio de River Plate. El fervor argento por la banda es algo que los músicos nunca llegaron a comprender.


Queremos parar antes de no ser buenos”, le advirtió Johnny Ramone al periodista Marcelo Gobello, en una entrevista para la revista Madhouse, a fines de 1994. En ésta, el guitarrista casi sentenciaba que el año siguiente sería el último de la banda, pero que su idea era despedirse en Sudamérica, y que Argentina sería la elegida para el último concierto. Sólo se confundió en la fecha, pero todo lo demás era cierto, y más de una cresta se entristeció en las cabezas de los punks locales.

Desde su primer desembarco, en 1987, los Ramones se dieron el gusto de reventar Obras 22 veces (las últimas seis de manera consecutiva, en los primeros días de octubre de 1995), tocar en Vélez junto a Motorhead y hacer una pequeña gira por el interior del país, que pasó por Rosario, Mar del Plata y Bahía Blanca. Sin embargo, para que la despedida sea completa, el lugar tenía que ser inmenso y acorde a una banda de culto amada por los fans argentos. Entonces, se llegó a la conclusión: el recinto ideal era el estadio de River Plate, y la fecha elegida fue el 16 de marzo de 1996.

Como no podía ser de otra manera, para acompañar al grupo se organizó un Festipunk, pero masivo: Superuva2 Minutos y Attaque 77 fueron los teloneros argentos, mientras que los alemanes de Die Toten Hosen y el eterno Iggy Pop serían los internacionales, quienes además se sumarían a la fiesta de la última gira ramonera.

Cuando la fecha se avecinaba, y la banda se encontraba en tierras brasileras, un hecho llamó la atención de los medios de comunicación locales: la empresa Coca Cola, sponsor del show en River, había realizado una promoción, en donde aseguraba que, juntando 10 de sus tapas amarillas, se otorgaría una entrada a cambio. El lugar de la entrega sería el cruce de las calles Lavalle y Florida, el 13 de marzo, 3 días antes del show.  
 
Los jóvenes llegaron con sus tapitas y nadie se hizo cargo de la situación. Las entradas no estaban. Fue ahí cuando comenzaron los destrozos al supuesto local de canje y a comercios aledaños. Minutos después, se informó que los tickets serían repartidos en el deposito que la empresa poseía en el sur de la ciudad. Más allá de los disturbios y de la mala organización, no cabía duda de que todos querían estar en aquella noche.
 
Finalmente, el 16 de marzo de 1996 llegó y, desde las 17, la trilogía local hizo lo suyo frente al calor infernal que azotó la ciudad. Pasadas las 19, los Hosen subieron para dar lo mejor de sí, y no defraudaron. Una hora y media después, Iggy, con un estado físico envidiable (que aún conserva), tocó sus canciones y la de los Stooges.

Estaba todo servido para ellos, The Ramones, y el final de su gira despedida. La introducción de "The Good, The Bad & The Ugly" sonó por los parlantes mientras la gente coreó un fervoroso “Ramoneees”. Lo que siguió fue el último comienzo demoledor de Joey Ramone (voz),  Marky Ramone (batería), Johnny Ramone (guitarra), y C.J.Ramone (bajo), con su clásico “One, two, three.. four!” y sus himnos “Durango 95”, “Teenage Lobotomy”, “Psycho Therapy” y “Blitzkrieg Bop” (el último “Hey, ho, Let’s Go!” original), de corrido.

Para mi primer show de ellos, recibí recomendaciones que sonaban a advertencia. Todavía estaban muy presentes los prejuicios hacia los punks, incluso entre gente acostumbrada a recitales. Escuché que era un público salvaje, y que había que tener mucho cuidado porque te mandaban al hospital. Sin embargo, el pogo fue apasionado, pero había una especie de hermandad, de tirar (o saltar) todos para el mismo lado, de cuidar al que se caía o se sentía mal”, recuerda María Inés Esteves, hoy traductora pública de inglés, que en aquella época era una adolescente con ganas de ver la leyenda punk. Y agrega: "Fue genial ver a la banda subir al escenario y tocar sin respiro, con el mismo aspecto que tuvieron siempre,  detalle que sumaba a la mística del momento".

El recital duró alrededor de una hora y media -Telefé lo transmitió en vivo- y repasaron toda su discografía, que incluyó 34 canciones, con algún cover mediante. Primero fueron 26 temas de corrido, hasta llegar a “Pinhead”, donde subió el infaltable personaje con el cartel de “Gabba! Gabba! Hey!”. Tampoco tardó en llegar el cantico “Ramones no se va… No se va, Ramones no se va…”. Le siguieron tres bises, donde sonaron las restantes composiciones, y dio paso a un nuevo telón (todo el recital habían mantenido uno con el nombre y su logo) con la frase “Adiós amigos”. Ésta, no sólo era el nombre de su último álbum y de la gira, era un mensaje en español, claro, para uno de los países que más los amó.

Imposible no mencionar que hasta uno de ellos vivió en Argentina. Dee Dee Ramone, co-fundador de la banda, se radicó un tiempo en La Plata y hasta tuvo un paso por Banfield. Lo extraño es que a pesar de vivir en estos pagos, no participó del show despedida. Según sus palabras, no le gustó el trato de sus ex compañeros y de los organizadores para con él  y por eso no subió a tocar “53rd & 3rd”. De hecho, ni siquiera se acercó al estadio. 
 
Otra de las anécdotas, es que supo ensayar con algunos integrantes de Embajada Boliviana, banda platense y de pura estirpe ramonera, con la que no llegó a tocar, pero le dejó un recuerdo imborrable a esos chicos que lo idolatraban. También tuvo una novia argenta, Bárbara Zampini, fanática del grupo con la que además de tener una banda (The Ramainz), llegó a vivir en Nueva York.  
 
Su estadía no fue eterna, porque el acoso de los fanáticos era constante, y él sólo buscaba la tranquilidad. Su final tampoco fue el mejor: una sobredosis de heroína se lo llevó en 2002, un año después de la muerte de Joey, a causa de un linfoma, y dos antes del fallecimiento de Johnny, que padecía cáncer de próstata. Tres años le bastó al nuevo milenio para llevarse a tres de los miembros fundadores. El restante, Tommy, falleció en septiembre de 2014.

El resto de los músicos que formaron parte de la banda (MarkyC.J. y Richie) siguen viniendo a la Argentina, donde, además de tocar temas de sus carreras solistas, aparecen con joyas ramoneras, para saciar la sed de los más jóvenes que no los vieron, y para remover las neuronas de quienes vivieron el fervor a fines de los ochenta y mediados de los noventa.

No sé por qué a los argentinos les gustaban tantos los Ramones. Por supuesto, hay un poco de simple gusto musical, pero con esta banda iba un poco más allá. Quizás era lo que necesitaba la juventud en los 80 y los 90, en un país que había pasado por momentos oscuros y que descreía por completo de cualquier clase de gobierno y de todos los políticos. El punk funcionaba como una gran catarsis”, dispara María Inés, en una conclusión personal que cobra más sentido con el correr de los años. Lo que es inevitable fue la influencia que dejaron: gran parte del circuito punk local suele recordarnos a los muchachos formados en Forest Hills.

Un sonido rápido, tres acordes y estribillos pegadizos. Eso le bastó para influir a ciento de bandas por todo el mundo, y dejar una marca indeleble en el gen rockero argento. No importa la cantidad que haya asistido a River, porque cada uno de los espectadores se encargó de gestar el mito, el fanatismo, el amor y la pasión por esa banda de camperas de cuero, para pasárselo a las generaciones venideras. Por esa razón, es impensado estar en Argentina, ir a ver una banda punk, y que cientos de personas no coreen: “Hey, ho, let´s go!”. Los viejos fanáticos saben y sienten como el tango, que 20 años no son nada, y que no importa que hayan tocado un puñado de veces más después del show de River, porque la despedida realmente fue acá, y ese amor que gestaron, es para toda la vida.
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Publicada en Revista El Bondi:


Entrevista a Joaquín Levinton y Leandro Lopatín, de Turf, antes de su Regreso Oficial en el Teatro Ópera (02 de Marzo de 2016)

"Queremos meter otro tema en la cancha" 
 
A puro galope, risas, dibujos y anécdotas, Joaquín Levintón y Leandro Lopatín cuentan la experiencia de haber vuelto a juntos su banda de la juventud, con la que prometen volver con todo y por todo. ¿Será que nunca nada va a volver a ser igual hasta el (Re)encuentro?

 
-Si bien oficializaron la vuelta el año pasado, ya en 2014 hubo algunas fechas fugaces, como la del homenaje a Charly García en el Movistar Free Music. ¿Cómo fueron los primeros encuentros después de siete años?

Leandro Lopatín: -Fueron bastante movedizos, sobre todo porque era un reencuentro en lo humano. Zambullirnos en el mundo musical es lo que está reparando, día a día, todas las malas situaciones pasadas, que no fueron graves, pero sí generaron cierta saturación para el grupo. Logramos que todo cobre vida y color otra vez para hacer y disfrutar lo que hemos hecho siempre. Por suerte, la magia sigue intacta y vamos con fuerza para adelante.
Joaquín Levintón: -Fueron encuentros en donde disfruté estar tocando de nuevo con mis muchachos.

-Después de 12  años, están trabajando en un disco nuevo de estudio. ¿Cómo fue entrar al estudio con gente con la que hacía más de una década que no grababan juntos?
JL: -Nos encontramos de mejor humor. En los últimos tiempos de la primera etapa, ya había pintado cierta mala onda (risas). Dejamos que todo fluya y sin planearlo demasiado, con el correr de los días, las cosas fueron aflojando y empezaron las ganas de hacer canciones, como las que están sonando ahora y las que formarán parte del álbum nuevo. Nos encontramos con este nuevo reflorecer de Turf, que se parece mucho al de los comienzos. 

-¿Por qué creen que se parece?
JL: -Es como volverlo a armar y tenerlo de nuevo. Es algo muy personal, pero lo siento así.
LP: -Estamos todos muy embelesados con la vuelta. Al estar más grandes, cargados de experiencia y llenos de expectativas, queremos divertirnos y sabemos que estamos capacitados para hacerlo bien.  El fin es pasar buenos momentos.

-"Kurt Cobaines el nuevo tema que suena en las radios, y a principios de este año, dieron a conocer su vídeo, ¿cómo fue la grabación de éste? 
JL: -Fue tediosa. Particularmente, me volvieron loco. Ellos ya se habían ido, y me tuvieron hasta las 11 de la noche tirándome papelitos y fuegos artificiales por la cabeza. Llegué a mi casa hecho pelota (risas). 


-¿Por qué la eligieron como corte de difusión?
JL: -¡Porque nos encanta!
LP: -Es una canción que nos gusta mucho, y como si fuera poco, la produjo Coti (Sorokin), que aparte es nuestro amigo. Nos hizo muy feliz grabarla, y quedó muy Turf. Venía muy bien hacerle un poco de cosquillas al rock.
JL: -Resaltamos a Coti porque cuando laburás con él, es como jugar en primera (risas).

-Hay una corriente de bandas alternativas surgidas en los noventa que con el correr de los años fueron regresando, ¿cómo ven ese fenómeno? ¿Sienten esta vuelta como algo similar?
LP: -Debe ser por una decantación natural en un ciclo de tiempo. No estoy muy al tanto del tema, pero supongo que cada caso debe ser distinto. Lo que sí tengo presente, es que Turf está de vuelta, vamos a tocar en el Ópera, visitamos todo nuestro repertorio y es emocionante tocar temas que no hacíamos hace bocha. Es muy flashero y lindo ver los ensayos que hacemos hoy. Nosotros volvemos a full. Y relacionado a lo que es "volver", si es con amor y honesto, y con música mejor de la que se hacía antes, bienvenido sea.
JL: -Nosotros volvemos mega recargados y con ganas. Volver para romperle las bolas a la gente… ¡No! Pero para dar realmente alegría, si que da, por eso acá estamos.

-Después de la separación cada cual siguió su rumbo y armó su proyecto (Levintón formó parte de Sponsors y ahora tiene Los Estuches; Lopatín toca junto a DJ Zuker  en Poncho; el tecladista Nicolás Ottavianelli y el baterista Fernando Caloia formaron Ríspico; y el bajista Toddy Tapia forma parte de Juana La Loca y toca además en El Club del Rifle), ¿qué será de la vida de esas bandas con la vuelta de Turf?
JL: -Tenía un disco grabado solista, pero deje todo a un lado porque hoy estoy con Turf, y me puse de lleno a hacer esto porque es mi prioridad.
LP: -Dentro de poco, estoy editando un disco nuevo con Poncho. A esta altura, a esta edad y en estos años, es muy común que la gente que se mueve dentro del ambiente, tenga dos o tres proyectos. Mientras que ninguno interfiera en los otros, hay que dejarlo ser y disfrutarlo. Rispi (Nicolás Ottavianelli) y Fernando tienen un estudio de grabación, en donde se la pasan grabando infinidad de bandas y, además, trabajan en el nuevo álbum de Charly García.
JL: -Si hay tiempo para hacerlo y hace feliz a la persona que lo realiza, me parece que hay que hacerlo.
LP: -Esa experiencia que obtuvimos en este tiempo a nosotros nos sumó. Hoy tenemos la suerte de trabajar en una sala/estudio excelente, donde los chicos tuvieron la capacidad de aprender a grabar y nos llenan de data constantemente. Joaquín siguió afinando el lápiz para seguir siendo el gran compositor que es. Toddy siguió tocando. Todos seguimos en el circuito y fuimos agrandando nuestros conocimientos musicales para el bien de la banda.


-La vuelta oficial es este sábado 5 de marzo en el Teatro Ópera, ¿por qué eligieron este lugar?
LP: -El año pasado hicimos un show en La Trastienda, las entradas se agotaron enseguida y viste cómo le gusta la guita a las discográficas (risas). La verdad es que nos ofrecieron el (Teatro) Ópera y nos pareció una idea genial porque nos encanta la calle Corrientes. Nos sienta bien ese espíritu de Buenos Aires, de Isidoro Cañones, Olmedo y Porcel.

-¿Cómo sigue el 2016 para Turf?
LP: -Lo primero que tenemos en mente es esta parada importante en nuestra carrera que es el Ópera. A partir de ahí, seguiremos llevando el camino de la forma más honesta y natural posible. La idea es hacer algunos shows y seguir trabajando en el nuevo disco, que tenemos pensado editarlo este año.

-En el 2007, se separaron en pleno éxito popular, ¿cuál es su objetivo para esta segunda etapa?
JL: -Meter otro tema en la cancha.
LP: -En lo personal, pasar buenos momentos con mis amigos musicales que tengo desde chico, grabar buenos discos y cagarme de risa.
JL: -¿No te gustaría meter otro tema en la cancha?
LP: -Sí, eso también.
JL: -¡Ahí está! ¡Ahora sí! (Risas) ¿Cómo no vamos a meter otro para River? El otro día estuve en la cancha, y la hinchada estuvo cantando 15 minutos "Pasos al costado". No lo podía creer. Es inexplicable la satisfacción que siento cada vez que la escucho en ese ambiente. 
*Sábado 5 en el Teatro Ópera, Avenida Corrientes 860. A las 21.


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Publicada en Revista El Bondi:

http://www.elbondi.com/entrevista.php?id=6570#.VvB9xeY8Jzk

Entrevista a Carca, antes de su presentación en el Teatro Margarita Xirgu (02 de Marzo de 2016)

"Nunca me moví en la ortodoxia de un género"

Este viernes el músico presentará un show totalmente experimental y distinto. A puras excentricidades y reflexiones, cuenta qué tan cargado viene su 2016 y deja a flor de piel su melomanía.


-“Luz de Blues” es tu último corte de difusión, y hace algunos meses editaste su vídeo, ¿cómo fue la grabación?
-Las ideas y dirección fueron comandadas por un combo creativo de la productora Linda TV. Por mi parte, traté de exacerbar todo, acción que hago cada vez que me enfrentó a un hecho artístico, y así poder llevarlo hasta el extremo de las posibilidades estéticas que se puedan realizar. Encontramos esa vuelta de tuerca justa, en donde mi personaje crea su propio bólido, en la que dentro de su ropa dorada y llamativa sale a dar un paseo totalmente orgulloso. El vídeo trata de hacer un guiño en que sólo necesitamos voluntad para lograr las cosas. Es una transformación de oruga a mariposa, de ser humano a artista, a rockero, a cualquier tipo de expresión. Claramente, hay gente que nace con un súper don especial  y dan o dieron vueltas por el mundo, como Jimi Hendrix, Freddie Mercury o Elton John, pero ellos son fuera de serie. Pero para los que no, es muy importante crearnos un mensaje en un modus operandi, para llegar a lo que queramos y obtener lo que realmente deseamos. Básicamente, el personaje del vídeo va contra viento y marea y no tiene pruritos en mostrarse cómo es.
   
-Se cumplen 20 años de la edición de A un Millón de Años Blues, y hace poco fue editado en cassette, ¿cómo surgió la idea?
-Cuando uno construye una obra, y esta  trasciende el tiempo y la propia propiedad, uno tiene que avalar o no distintas intenciones y formatos que van apareciendo. Tengo una discografía integrada por siete trabajos, más de 22 años de carrera, y tiene su lógica que, al haber tanta obra en tanto tiempo en el circuito, aparezcan ciertos entusiastas que quieran fabricar y distribuir lo que haces en viejos formatos. Así fue como se me acercaron unos simpáticos muchachos para que lo editemos en formato cassette, ya que eran muy fanáticos del álbum en cuestión y además tienen un pequeño sello discográfico con la que tratan de mostrar las cosas buenas que están dando vueltas. La idea de ellos es reeditar cosas que los han marcado, y una vez por año lo hacen con un disco en particular, como en su momento pasó con Mal Momento y Suárez.

-¿Vos estás involucrado en la grabación?
-Ellos me pidieron los permisos para la fabricación, y automáticamente les dije que sí, ya que la idea me cayó muy bien. Pero no es una edición en las que yo tenga que ver, ya que no estoy involucrado con la realización y distribución. Sin embargo, con el paso de los años y la globalización, seguro aparezcan distintos trabajos en diferentes formatos. Con reediciones así, se cruza una barrera. También me pareció simpático que A un millón… saliera en un formato en el que nunca había sido publicado.

-Hablando de otros formatos, en los últimos años, editaste algunos de tus discos en vinilo. ¿Esta iniciativa surge de tu parte?
-No. Si bien el vinilo es algo que me fascina, fue casi como en una situación similar a la anterior, un día me encontré con el llamado de un sello mexicano que me invitaba a reeditar en formato vinilo A un millón… y otros trabajos. A diferencia del cassette, en estos sí me involucré en la grabación, en cuidar los artes del disco, las remasterizaciones, y hasta en la dirección en las fábricas donde fueron realizados.

-¿Ténes pensado editar alguno más en vinilo?
-Este año sale Nena (1999), en un formato 10 pulgadas y con una remake del arte original muy interesante. Además, voy a trabajar en la edición de una recopilación denominada A un Millón de Años Plus,  que vendría ser una especie de lados B de A un Millón de Años Blues. Es un proyecto que implica la lista original, pero con sustitutos, que pueden ser demos de la época, tomas en vivo o algunas sorpresas vueltas a grabar hoy, con invitados sorprendentes, con gran calidad. En el disco original, participa Carlos Cutaia, y hay que superar eso, o por lo menos, jugar con la mala educación que utilizamos a la hora de experimentar. Hay proyectos pintorescos y arriesgados en lo que será este trabajo, que saldrá también editado en formato digital y CD.

-Entre tantas publicaciones, ¿hay espacio para un disco nuevo en el mundo de Carca en este 2016?
-¡Por supuesto! Este año voy a empezar a trabajar de lleno en lo que será mi octava placa. No podría decir para cuándo, pero sí es un hecho que lo comenzaremos a pulir. La idea es hacer un disco nuevo como en la época que grabé Miss Universo (1994), sin tener un cordón ni a una estética a seguir y trabajar sin saber a dónde ir.

-Se sabe que siempre fuiste un profeta del uso del vinilo. Hoy que están de moda, y los precios son súper elevados, ¿cómo vivís este fenómeno?
-Me parece algo muy triste. Lamentablemente, los que rigen esos precios son los disqueros. Uno como productor, se lo entrega a las disquerías a un precio menor de lo que ellos lo ponen a la venta. Es un problema serio de intermediarios. Aquellos que buscábamos vinilos por lo barato que eran, hasta nos jugábamos por las tapas, sin saber que incluían musicalmente, hoy eso es algo impensado: cualquiera te sale 600 pesos.

-Aparte de tu labor como solista, estás como músico invitado en los shows de Babasónicos, ¿vas a seguir trabajando con ellos este año?
-Sí, nuestra relación es eterna para antes y para después. Cuando uno de los amigos se va (NdlR: el bajista original de la banda, Gabriel Manelli, falleció en 2008) hay que afrontar la situación que queda de otra manera: poniendo el pecho porque la amistad es algo que está ante todo.

-Fuera del ámbito musical, te pudimos ver en tu rol de actor en la película Kryptonita (2015), de Nicanor Loreti, ¿cómo fue la experiencia?
-Accedí porque el director vino a tocar la puerta de mi casa, literalmente (risas). Fueron un grupo humano muy amoroso y lleno de generosidad. Todos estábamos contentos por la participación del otro en la película. Viendolo a la distancia, me enorgullece mucho haber formado parte de ese proyecto. De lo contrario, no lo hubiese hecho.
 
- Este viernes 4 de Marzo, te presentás en el Teatro Margarita Xirgu, del espacio UnTref, ¿cómo preparás la fecha? 
-Va a haber muchas sorpresas, pero no las puedo decir porque son sorpresas (risas). El show va a tener tres bloques de características distintas, con un concepto sonoro y estético que nunca había desarrollado hasta ahora. Hay mucho delirio electrónico para no situarme constantemente en el clásico tridente guitarra-bajo-batería. Si bien es sorpresivo en relación a los shows que venía dando últimamente, si uno recorre mi carrera hay tramos en donde suelo experimentar. La idea es sacarme los rótulos que te imponen los demás. Según la prensa, yo fui de todo, y desde hace algunos años, soy simplemente un rocker. No estoy contento con esa definición. Yo me considero un artista experimental, y si hice rock, fue para demostrarme a mí mismo que podía. Nunca me moví en la ortodoxia de un género y que mi intención de haber degenerado el rock termine siendo comprendida como el clasicismo del rock, no me rinde. Como me interesa otra cosa del arte, tengo la chance de tener un concierto, en donde puedo abarcar y transmitir tres o cuatro posibilidades estéticas con las que grabé y coquetee en mis álbumes porque hoy quiero llevar la dinámica del show hacia otro lugar.
*Viernes 4 en Xirgu - Espacio Untref, Chacabuco 875. A las 21.
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Publicada en Revista El Bondi:
 
http://www.elbondi.com/entrevista.php?id=6573#.VvB_8-Y8Jzk 
 

Noticias Breves: La Vuelta de Suárez a los Escenarios Porteños (02 de Marzo de 2016)

¡Una vuelta a los noventa!
La banda ícono de la escena Indie nacional vuelve a hacer un concierto en Buenos Aires después de 15 años, el próximo 4 de marzo en la Ciudad Cultural Konex.

  

El año pasado en el Festival de Cine de Mar del Plata se proyectó Entre dos luces, la película sobre Suárez, dirigida por Fernando Blanco  (guitarrista). Para esa ocasión, los cinco miembros originales se juntaron para interpretar algunas canciones en dicha ciudad.
Este viernes 4 de marzo, en el CC Konex, en lo que prometen será el único show de la banda comandada por Rosario Bléfari, vuelven a los escenarios porteños para el deleite de los nostálgicos y la curiosidad de aquellos que no pudieron verlos en vivo. ¡Experimentación, independencia y Rock Alternativo para todos!
Lugar: CC Konex, Sarmiento 3131.
Horario: A las 20.
Entradas: www.ticketek.com.ar
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Publicada en Revista El Bondi:

Reseña Escrita para Mundo Babasónicos sobre la presentación de la banda en la edición 2016 del Cosquín Rock (16 de Febrero de 2016)

Born in Lanús in the first 90's


Faltaban algunas horas para que el 8 de febrero terminara. El temático enloquecía a los más Stones del ambiente, las carpas estaban llenas de sorpresas, los vasos negros alusivos a la fecha giraban por todo el predio y el escenario Alternativo y el espacio Geiser proponían bandas nuevas y shows particulares.


El Principal era variado y para todos los gustos. Ya habían pasado Los Caligaris, Massacre y Bersuit Vergarabat, y aún faltaban (“los siempre presentes en Cosquín”) Las Pelotas, y el cierre a cargo de la banda uruguaya No Te Va Gustar. En el medio estaban ellos, los chicos sónicos que salieron al ritmo del bajo demoledor de “D-Generación”, de su álbum debut Pasto, de 1992.

Dárgelos salió con mucha actitud y les comunicó a sus fieles, que a partir del show en las sierras cordobesas y a lo largo del año, en relación a los 25 años de historia que la banda cumple, tocaran, por lo menos, un tema de cada disco editado. No obstante, “Los Calientes e “Y qué?” siguieron en una lista que prometía mucho más.

La historia del puñado de hombres pasados de ponche, festejándose a la mexicana sonó con “Desfachatados”, y pegado, el set bailable de “Microdancing” y “Muñeco de Haití”, a ésta última fusionándola, con unas estrofas de “Sheeba Baby”. Después de “Deshoras”, el corte de difusión que tuvo su disco A Propósito, de 2011, los 90`s se hicieron cargo del setlist: la furia de “Egocripta” y los clásicos de Dopádromo (1996), “Perfume Casino” y “¡Viva Satana!”, enloquecieron a los más nostálgicos.

Sú ultimo disco Romantisísmico (2013) tuvo sus representantes con “Los Burócratas del Amor” y “La Lanza”, mientras se colaba “Escamas”, de Mucho (2008). La canción con la que la masividad los recordará por la eternidad, “Putita” llegaba para hacer corear a todos, y sobre todo a aquellos que más resisten a la banda oriunda del sur del conurbano bonaerense.

El inoxidable “Malón”, de su segunda placa Trance Zomba, fue la antesala del fin. El doblete “Carismástico” y “Yegua” cerraron el set sónico que, sin bis y de corrido, siguen demostrando que son tan freaks y tan populares, que sus shows son algo que no se puede dejar de ver.

Previo a la edición de su nuevo single “Vampi”, la banda comenzó una gira por sus Bodas de Plata y promete repasar toda su historia. Si todo sigue así, sumado al disco nuevo ¡el 2016 Babasónico se viene con todo!
Ariel Andreoli para Mundo Babasónicos
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Cosquín Rock 2016: Día 3 - Santa María de Punilla, Córdoba - 08 de Febrero de 2016


Día 3: Arte, Paz, Justicia y Amor

Los vestigios de la lluvia seguían haciendo ruido en el Aeródromo de Santa María de Punilla, pero nada pudo opacar el cierre de la decimosexta edición del Cosquin Rock.


Luego de la lluvia del domingo, el clima en la última jornada del festival se mostró ameno desde temprano, ideal para una buena comida al aire libre o para subir por los senderos que ofrecen los cerros cordobeses.

Para las 16 horas, ya las chicas de Wanna Wanna calentaban las tablas del escenario Geiser. Más tarde, en ese mismo lugar, bandas como Los Nuevos Monstruos, Zero Kill, Surfistas del Sistema, entre otras, pasaron como parte de una movida de grupos nuevos, dignos de investigar sus trabajos editados. Por su parte, el hangar se convirtió en un recinto Heavy Metal. Distintos grupos emergentes arrollaron cabezas y generaron cuernitos con las manos, desde temprano hasta altas horas de la noche.

En el escenario Alternativo, mientras Huevo se mandaba un show estupendo y no paraba de rockear, en el temático Rock(anrol), los rollingas más nostalgiosos vieron subir a La Mocosa, que después de un buen set, le dejó todo servido para que subiera Villanos. La banda de las legendarias remeras rayadas con el nombre del grupo en el pecho y esos cortes de pelos particulares, subieron al escenario comandados por su fundador y cantante Niko Villano, que sigue siendo un personaje que hay que verlo en vivo aunque sea una vez. Quien no haya cantado “Sale Caro” y “Llame ya!”, claramente, miente.

En el Principal, pasaron Los Caligaris, con su fiesta y carnaval a cuestas, haciendo canciones como “Todos Locos”, “Que corran” y “Asado y Fernet”, se ganaron los primeros grandes aplausos de ese escenario. Después siguió La que Faltaba, la banda de Miguel Angel “Micky” Rodríguez, que dejó perplejos a todos versionando de una manera muy linda a su ex grupo Los Piojos, con “Todo Pasa” y “El Balneario de los Doctores Crotos”.

Antes de empezar su show, “Toti” Iglesias, de Jovenes Pordioseros, llegó al Temático caminando por el campo y cuando lo reconocieron, todos se le tiraron encima para sacarse una foto. Mientras que Walas, de Massacre, se mandó una de las frases más graciosas e inolvidables del festival: “Gracias a todos los que vinieron hasta acá, al Quilmes Rock, y no fueron a ver a los Stones, que son unos caretas”. El set de su banda fue muy prolijo, con canciones como “Sofía, la Súper Vedette”, “Niña Dios” y “Plan B: Anhelo de satisfacción”.

Bersuit Vergarabat fue de los momentos más festivos de la fecha. Al ritmo de sus hits, la banda de los pijamas, ya sin Gustavo Cordera en sus filas, suena aún mejor que en los viejos tiempos. La gente no paró de cantar canciones como “Vuelos”, “La Argentinidad al Palo”, “Perro Amor Explota” y “El Tiempo no Para”.

Mientras Cielo Razzo y El Bordo sonaban en el temático, y Cientificos del Palo y Agarrate Catalina hacían de las suyas en el Alternativo, Babasónicos, en el Principal, dio una de las mejores presentaciones del grupo en años. La apertura fue con “D-Generación”, su primer hit del disco debut  Pasto, de 1992. “Este es el primer show de la gira en la que estamos festejando nuestros 25 años de vida. Por eso, vamos a tocar, por lo menos, un tema de cada disco que editamos”, dijo Adrián Dargelos, y le dio vida nuevamente a canciones editadas en los entrañables noventas, intercalándose con sus temas made in 2000. Desde “¡Viva Satana!” y “Egocripta” hasta “Microdancing” y “Muñeco de Haití”, pasando por “Desfachatados”. Para el final, “Putita”, “Malón”, y el doblete “Carismático” y “Yegua”, le dieron cierre a una lista impensada que enloqueció a todos.

Habituales animadores del Cosquín Rock, Las Pelotas tuvieron un set list impecable. Abrieron con “Esperando el Milagro”, tocaron su último corte de difusión “El Amor Hace Falta”, y se dieron el gustazo de cerrar con el tridente “Capitan América”, “Sin Hilo” y “Brilla (Shine)”, con Fernando Ruiz Díaz, de Catupecu Machu, como invitado en la voz de las dos últimas.

Los Gardelitos fueron los encargados de cerrar el Temático con un puñado de canciones que los hicieron brillar junto a su público fiel. “Gardeliando”, “Anabel”, “No puedo parar mi moto” y “Mezclas raras” dijeron presente en la noche cordobesa, y hasta una pareja de tango, supo bailar mientras ellos tocaban. La sonrisa de Gardel iluminó las sierras.

Sólo faltaba el broche final para cerrar la última edición del festival. La elegida esta vez, fue la banda charrúa No Te Va Gustar. Poco antes de la 1.30 del martes, salieron con  “Su sombrero”, para desenfreno del público que los estaba esperando. “Cero a la izquierda” y “Al Vacío” fueron las que siguieron y cantadas con sentimiento (sobre todo, por ellas). 
Los invitados no tardaron en llegar, y por eso, Fernando Ruíz Díaz (sí, otra vez y con otra banda) se sumó para “Sin Pena ni Gloria”, y los murgueros de Agarrate Catalina subieron para “Clara” y “La Puerta de Atrás”. Para cuando invitaron a los músicos de la Bersuit al escenario (que un rato antes habían invitado al líder de NTVG, Emiliano Brancciari, para una versión de "Sencillamente"), nadie pensó que lo primero que harían era un cover. La elegida fue “De Música Ligera”, himno inolvidable de Soda Stereo, y “Verte Reír” fue otra de las perlitas que hicieron juntos.

Cuando sonaron los acordes de “Pasos al Costado”, nadie esperaba que subieran a las tablas Joaquín Levinton (voz y guitarra) y Leandro Lopatín (guitarra), miembros originales de Turf, para apropiarse por un rato del escenario. Un guiño de una banda en su esplendor a otra que acaba de juntarse. Amistad rockera.

Después de dos horas de recital, “Fuera de Control” fue el último tema antes del bis, que incluyó a “El Camino” y “No era Cierto”. Así, la banda uruguaya se despedía de sus fanáticos, confirmando un presente por demás sorprendente.

El Cosquín Rock 2016 dejó un montón de esas anécdotas que se disfrutan contar con el correr de los años. No importó la lluvia del domingo ni el mal estado del predio, mucho menos el barro maldito. La paz de las sierras nuevamente fue testigo del amor y la pasión que la música genera. El clima del día 3 permitió disfrutar todos los recitales, ya que el arte, con esa grilla bien diversa, entretenida y para todos los gustos, ya había ganado.

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Cosquín Rock 2016: Día 2 - Santa María de Punilla, Córdoba - 07 de Febrero de 2016

Día 2: Agua Acróbata 
La segunda fecha del festival más federal de la Argentina tuvo una concurrencia estupenda a pesar de la lluvia, que le jugó una mala pasada a todos.


La fiesta estaba en las calles de Santa María de Punilla. Más allá de que la fecha coincidía con la de los carnavales, en ese punto céntrico del país, la historia era distinta: frenesí y rock para todos los gustos.  La gente llegaba en malones, de distintos puntos del país. Si bien los que se encargarían del cierre de la noche eran Las Pastillas del  Abuelo (LPDA), la gran mayoría llagaba para ver a Don Osvaldo (y/o Casi Justicia Social, y/o Callejeros).

Desde temprano se podían escuchar distintas bandas en todos los escenarios. En el Principal, poco antes de las 18 horas, Estelares con sus canciones (que ya son eternas) endulzaron las sierras con sus historias románticas. Le siguió Ojos Locos con su rock barrial, y para ironía y sorpresa de muchos, fue la antecesora de Don Osvaldo. Cuando Patricio Fontanet subió al escenario, la gente estalló de alegría mientras los músicos que lo acompañan tocaban las primeras notas de “Guiños”. Le siguió en la lista, “La Llave”, el tema que habla de eso que no todos ven.

Mientras los vasos negros con el logo del festival giraban por todos lados, en el espacio Geiser se presentaba la única banda que estuvo presente las tres noches: Catupecu Machu. Al ritmo de su “Madera Microchip” y su sonido moderno, reventó la carpa, y Fernando Ruiz Díaz se reía de su nueva pose más futurista. Los últimos temas del set fueron “Magia Veneno”, que dentro de una locura volátil fue coreado por todos, y “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”, en donde el mensaje fue fuerte y más que claro: “¡A gritar fuerte! ¡A Gaby!”. Ya pasaron casi 10 años del accidente que sufrió Gabriel Ruiz Díaz, bajista y fundador de Catupecu, pero siempre lo extrañan tanto los músicos arriba del escenario, como los fanáticos que lograron verlo en vivo con esa potencia que contagiaba a todos.

En el principal, Don Osvaldo seguía con su set y su cantante bromeó con su actualidad física: “Me gustaría tirarme donde están ustedes, pero me da miedo mi peso”, dijo entre risas, Fontanet después de interpretar “Si me cansé”. Mientras sonaba el tango “Fantasía y Realidad”, y en medio del flamear de las banderas, el primer chaparrón fuerte cayó sobre el Aeródromo. El show siguió bajo una lluvia que no logró que los fanáticos se fueran, y por eso, para el final les regalaron una buena versión de “Suerte”.

El agua no paraba de caer, y los escenarios más chicos, los bares y las carpas eran refugios perfectos. Para cuando Favio Posca comenzó su monologo en el escenario Alternativo, Infierno 18 se hacía un festín con sus temas nuevos a pura distorsión, en el espacio Geiser.

El temático fue bien Rastafari, y para cuando la lluvia dio un respiro, la gente corrió para ver a Hugo Lobo, comandando a Dancing Mood, con su sonido que hace mover el cuerpo sin parar. Eruca Sativa subió al principal pasadas las 22 para dar un show alucinante. Los cordobeses eran locales y lo hicieron sentir. “No Pueden”, “Nada Salvaje”, “Magoo” y “Desdobla” sonaron de la voz de Lula Bertoldi, que además, se lució con la guitarra cada vez que pudo.

Guasones siguió post Eruca, con un Facundo Soto con look (y bailes) a lo Mick Jagger y una lista de trece canciones en los que se destacaron “Desireé”, “Farmacia”, “Reyes de la Noche”, la nueva “Infierno Blanco” y el final con la clásica y rockera “Dame”. El resto fue una nueva lluvia letal.

Mientras el aguacero no paraba y Nonpalidece cerraba el escenario reggae, la Bizarren Miusik Parti daba para cualquier cosa en el Alternativo. Desde gente bailando cumbia y un homenaje a Charly García por un doble hasta un pogo inmenso al ritmo de “Ji Ji Ji”, de Patricio rey y Sus Redonditos de Ricota. Afuera, era todo agua (40 minutos de una lluvia torrencial) pero que no logró parar al rock.

Los fanáticos de La Vela Puerca fueron de los más perjudicados del festival. A pesar de que le pusieron todo el pecho al agua, se bancaron el frío y el estar mojados, la banda charrúa tocó solo catorce canciones en solidaridad con LPDA, ya que parecía que la lluvia no tenía fin y corría riesgo la suspensión de la jornada. De todas maneras, el final con “El Profeta” tuvo su gratificación popular.

Pasados los primeros 15 minutos de la 1, LPDA subió al escenario. “¡Buenas noches, valientes!”, saludó a sus fanáticos Piti Fernández, cantante pastillero, arengando a los que se habían quedado a pesar de todo. “Inercia”, “Tantas escaleras” y “Locura y Realidad” fueron las que iniciaron el show, de forma ascendente. Fernández no canta, recita. Pero con eso le alcanza para enloquecer a sus fieles y sobre todo a ellas, que cantan enloquecidas cada estrofa. “Osiris” y “Lo que tenga que ser”, pasaron en una lista que concluyó con “Otra vuelta de tuerca”, para alegría de todos.

A pesar del mal clima, faltaba lo peor: la vuelta a cualquier punta de Córdoba fue un verdadero caos. El sistema de transporte, ya sea por colapsar o por mala organización, no fue eficaz y eran eternas las colas para tomar un colectivo que depositara a la gente en sus lugares. Pero, a pesar de la bronca que esto generaba, el triunfo había sido del aguante y del rock, que le ganaron a la tormenta por goleada.

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Entrevista a Chico Ninguno (03 de Febrero de 2016)

"El gran desafío es construir un público con otras costumbres"

Directo desde la ciudad de las diagonales, el siempre simpático y moderno músico nos contó sobre sus nuevos trabajos, su misión en el mundo del rock y hasta dónde quiere llevar su arte.

 
-En este y otros mundos (2015) es la primera parte de una trilogía. ¿Cómo fue su elaboración?
-Este álbum tuvo una larga preparación, más de un año de producción. Me encargué personalmente de grabar, mezclar y masterizar todos y cada uno de los instrumentos en mi home estudio, El Pasillo del Poder (La Plata).

-¿Por qué decidiste que fueran tres partes? 
-La idea surgió mientras pensaba el modo de expresar lo que quería decir y darle una vuelta de rosca a la historia. Básicamente, en mi discografia siempre hay un concepto presente, y es el de la contradicción. Por eso mismo, las tres ideas generales son acción-contradicción-superación, dentro de una amplia gama de matices sonoros. El segundo disco ya está en proceso y saldrá editado este año. Además, estoy preparando paralelamente varias colaboraciones, producciones varias y algún EP que sale de este concepto.

-Ahora la banda tiene el apoyo de Central Eléctrica Discos, nuevo sello de Música Electrónica en Argentina, ¿qué diferencias notás en comparación a los discos anteriores?
-Central Eléctrica Discos (CED) surgió como un espacio común que generamos entre los mismos artistas que formamos parte del sello. El apoyo es fundamental y un cambio muy positivo. No es lo mismo que sacar un disco en soledad. Para mí, es un gran orgullo formar parte de un espacio con músicos y amigos a los que admiro profundamente y con los que compartimos hace años.

-Si bien, con los años fue ganando más terreno, la música electrónica siempre fue un género bastante resistido por parte del público más conservador. ¿Qué tan difícil es ser un músico de Synth Pop en Argentina?
-Está claro que es así, pero tampoco creo que haya que culpar al público de nada. Evidentemente, existe un pensamiento conservador en toda sociedad que se enfrenta a otro más vanguardistas. Si bien la música electrónica creció, creo que como artistas o sellos nuevos tenemos un gran desafío: construir un público con otras costumbres y abierto a nuevas opciones musicales. En el caso de CED, va precisamente por el camino de una música electrónica fuertemente relacionada con la cultura Rock.

-Sos oriundo de La Plata, cuna de varias bandas que marcaron el sendero del rock local. ¿Qué creés que hay en la ciudad de las diagonales que genera  tantos grupos influyentes? 
-La Plata es una ciudad maravillosa y, como toda ciudad, la amamos y odiamos. Hay mil motivos que podría enumerar. Pero sin dudas, la influencia de la universidad tiene algo que ver. Además, el tamaño pequeño y su espíritu pueblerino hace que los que vivimos acá nos veamos con mucha frecuencia, y se genere un intercambio artístico (muchas veces) interesante. Hay una marcada identidad musical y tiene un origen histórico que, de alguna manera, es acumulativo. Afortunadamente, hay buen diálogo entre todas las generaciones y eso también, me parece, es un punto súper rico de la cultura musical de la ciudad.

- Por sonido, Virus y Adicta son las dos bandas platenses que más se asemejan a lo que hacés, ¿te gustan sus discos? ¿Son partes de tus influencias?
-Absolutamente, son dos grandes influencias.

-La segunda parte se edita este año. ¿Cuándo estaría completa la trilogía? ¿Qué tendrá de diferente?
-La tercera parte será con una banda completa, y supongo que llegará en 2017. Paralelamente, para calmar mi ansiedad de mostrar mi música al mundo, saldrán EPs. Me gusta estar haciendo canciones constantemente.

-¿Cómo arranca el 2016? ¿Shows? ¿Qué tienen como objetivo?
-Viene bastante cargado. Arranqué con un show en Mar del Plata, toqué en El Emergente. El próximo 8 voy a estar en La Plata. Hay otras fechas por confirmar, pero será un año con muchos recitales. El objetivo, sin dudas, es tocar, llevar la música hasta dónde se pueda, o mejor aún, que la música me lleve hasta donde no podría llegar sin ella.

 *Lunes 8 en Pura Vida, La Plata. A las 20:30.

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Entrevista a Fernando Mosqueira, de Zoah (06 de Febrero de 2016)

"Hay muchas bandas de easycore con la necesidad de mostrar algo distinto"

El cantante y guitarrista Fernando Mosqueira nos contó cómo se elaboró el primer LP del grupo, La verdad, el deseo y lo que buscamos ser. Además, da su visión sobre la escena donde se ellos se mueven.


-El primer disco del grupo es La verdad, el deseo y lo que buscamos ser (2015). Un título largo y personal. ¿A qué se debe?
-Tratar de explicar el título del disco no es una tarea simple, porque no tiene una razón exacta. Tiene que ver con nuestra manera de ser y la búsqueda constante que transitamos. Podríamos pensar que “la verdad” es lo real, lo que tenés en frente tuyo. Por otro lado, “el deseo” como lo que uno busca y quiere, a lo que apunta y ansía.Y, por último, la frase “lo que buscamos ser” tiene que ver con lo que buscamos constantemente llegar a ser, como una energía en continuo movimiento. En conclusión, este disco es lo que somos, lo que pudimos ser en base a lo que es y lo que queremos ser. La diferencia entre lo que se busca y lo que se encuentra, pero también lo que seguimos buscando.

-¿Cómo fue la elaboración?
-El proceso de composición duró aproximadamente un año. Fue una tarea larga y trabajosa. Después de eso, y de las maquetas, seguimo por la pre-producción, luego entramos al estudio, Cazadores de Sonidos, y, de la mano de Pablo Coniglio y Pablo Brizuela, grabamos nuestro primer larga duración. Nos llevó mucho tiempo, por la autocrítica y por el estilo, que nos obligó estar en todos los detalles. No podía quedar nada librado al azar.

-¿Qué diferencias notaron con la grabación de su primer EP, Donde queremos estar (2012)?
-En muchos aspectos, fue totalmente distinta, desde la forma de trabajo hasta en lo emocional. Fue realizado con dedicación, sintiendo y sabiendo que iba a ser un disco que nos identificaría. Tiene impresa toda la impronta de la banda.

-¿Cómo es ser una banda nueva en Zárate? 
-No es tarea fácil. La movida que hay en Capital Federal es abismalmente diferente en calidad y cantidad. Lleva un esfuerzo, creo que doble, poder subir a un escenario en Capital cuando venís desde afuera. La escena rockera en Zárate siempre fue incipiente, existe, pero de alguna manera está apagada, como expectante. Luego de WDK, ninguna banda logró tener tal impacto. Es difícil, pero no es excusa.

-¿Cómo es ser una banda de easycore en Argentina?
-El easycore es un estilo que está creciendo muchísimo en este último tiempo. Hace algunos años sólo éramos un puñado de bandas. Hoy en día, siguen apareciendo más grupos, y creemos que es un estilo que viene en ascenso. Además, hay una gran movida de bandas emergentes, que hacen buenos shows y tienen la necesidad de mostrar algo diferente en el ambiente.

-¿Cómo sigue el 2016? 
-Estamos en pleno proceso de ver cómo nos vamos a organizar. Al igual que en el 2015, la idea es tocar el disco en la mayor cantidad de lugares posibles. Tenemos un par de shows muy importantes por delante y hay que demostrar que estamos a la altura de las grandes bandas de la escena. La única diferencia respecto al año pasado es el deseo de salir de la provincia de Buenos Aires, queremos llegar a lugares nuevos, y estamos trabajando para lograrlo.

*Sábado 13 en la tercera edición del Más vivo que nunca, en Palermo Club, Borges 2454. A las 17:30.

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Noticias Breves: Veranos en el bar cultural Ayer (04 de febrero de 2016)

¡Veranos de Ayer!

Las noches largas ahora comienzan los jueves, y el bar cultural Ayer se convierte en una cita obligada, al ritmo de un DJ bien vintage. 


Los primeros meses son extraños porque todavía organizar el año nos ofrece un sinfín de dudas. Pero para pasar el verano y escapar de la rutina unas horas, el bar Ayer ofrece todos los jueves, un evento motivador. Precios baratos, un menú alentador, bandas en vivo y música de las distintas épocas del Rock. Para recordar los viejos buenos tiempos, la cita es en Marcelo T. de Alvear 1679, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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domingo, 20 de marzo de 2016

Entrevista a The Krugers (10 de Enero de 2016)

"Nos dicen que deberíamos hacer algo más comercial, pero no es nuestra idea"

Cantan en inglés pero no atacan en los sueños, y con su nuevo disco, Who is God?, van por todo a la hora de recuperar el sonido Grunge.


-¿A qué se debe el nombre de la banda?
-La idea de The Krugers está en que la fonética suene al apellido de Freddy Krueger. Desde chicos, los tres somos muy seguidores del cine de terror, y de ahí proviene el nombre. Además, el concepto a la hora de componer, es bastante parecido al personaje: oscuridad, distorsión, mugre y miedo.

-Hace poco editaron Who is God? (2015). ¿Cómo fue la elaboración del disco?
-Es una placa en la cual estuvimos trabajando dos años. El primero fue puramente de pre-producción, y el segundo fue encerrarnos en (el estudio de grabación) Spector Studios, y ayhí comenzamos a plasmar nuestro sonido. El álbum entero está producido por nosotros, principalmente por Sante Kruger (voz y guitarra), que también es productor musical. Además, trabajamos con un ingeniero de sonido que nos ayudó muchísimo en la producción técnica al momento de la grabación. Está editado y mezclado por Max Scenna y todo su equipo de Quick Sun Records; y  masterizado por la bestia de Lucas Gómez, quien trabajó con Adicta, Juana Molina, Soda Stereo, Los Pericos, D-Mente, Sig Ragga, 7 Delfines, Las Pelotas, Leo García, Nonpalidece, entre otros.

-Son un grupo que decide cantar en inglés, ¿por qué razón usan este idioma y no el castellano?
-Nos pareció una buena forma de internacionalizar la banda, y así poder llegar a más personas.

-Hoy en el under, las bandas más mimadas son del Indie y que tienen cierta influencia del Grunge. ¿Cómo viven esa escena desde adentro?
-Lo nuestro es Grunge, Punk Rock y algo de Noise. Si bien nos gustan muchos artistas del Indie, nosotros somos fieles a lo que nos gusta. Muchas veces nos dicen que la banda está buenísima pero tendríamos que hacer algo más comercial, y esa no es nuestra idea. No queremos hacer la música que escuchan todos, ni pretendemos ser los nenes mimados porque tampoco somos los hijos de nadie, como muchos en el ambiente.

-¿Cómo ven la diversidad de programas y canales vía Internet para la difusión de canciones y de recitales? 
-Es una gran oportunidad. Hoy cualquier persona en su casa puede abrirse un canal de YouTube y difundir lo que quiera. Eso esta buenísimo. Hasta podríamos ponernos una radio online, porque ya no son cuatro dinosaurios los que están controlando todo. Pensar que hace no muchos años atrás, MTV te decía qué temas podías tocar de tu disco y cuáles no… ¡Hoy tenemos un alien crucificado en la tapa de Who is god? y nadie nos puede decir nada!

-¿Qué les trae este verano 2016?
-Se terminó el 2015, que fue un año fructífero para grabar, pero tenemos muchas ganas de tocar y presentar el disco en todos lados. En enero tenemos cuatro fechas. Sin embargo, la presentación oficial de Who is god? la haremos en marzo. Tenemos muchos planes. Todo está muy pensado y controlado, pero vamos a tomarlo con calma, disfrutando de la música que es lo que hacemos.

-¿Qué ideas tienen para este año?
-Expandirnos como un virus. Tocar y presentar el disco por todos lados. Viajar a otras provincias a presentar lo nuestro. Por ejemplo, tenemos pensado, a fin de año, hacer un viaje grande, porque queremos tocar en la mayor cantidad de lugares posibles. También hay varios temas nuevos en los que vamos a seguir trabajando. Si bien falta mucho, lo que sabemos con seguridad es que el 2016 va a ser un año muy movidito para nosotros. Pretendemos, como decimos siempre, revivir un género, hacer ruido, despertar a los dormidos y vamos a hacer todo lo que podamos para que la gente que nos venga a ver en vivo o que escuche nuestro disco, se quede con la sensación de que está volando.

*Sábado 16 en La Cigale, 25 de Mayo 597.

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miércoles, 2 de marzo de 2016

Entrevista a Mal Pasar (28 de Diciembre de 2015)

  
De crestas y metrallas 

De cara a cumplir 20 años, los Mal Pasar se despacharon el mes pasado con el show más grande de su carrera en Groove y planean un 2016, aún mejor.


¿Qué sienten cuando los definen como "La metralla del Punk Rock"?
-Nos sentimos a gusto, creemos que tiene que ver con el efecto en vivo de la banda. Sumado a las letras de las canciones, que por su contenido y lo que hablan, son la verdaderas ametralladoras que se la pasan disparando continuamente.

El 15 de noviembre último, Cadena Perpetua los invitó a participar de los festejos por sus 25 años en el Luna Park, ¿cómo lo vivieron?  
-Con mucha alegría, somos amigos de los chicos. Hace mucho tiempo que estamos juntos en el ruedo. Que hayan tenido la delicadeza de acordarse de nosotros es importantísimo. Desde los últimos festivales en Cemento que no presenciábamos algo así.

El 20 del mes pasado tiraron la casa por la ventana y tocaron en Groove, en lo que significó una fecha muy grande. ¿A qué se debió? 
-Es verdad que fue la fecha más importante en la carrera del grupo, pero no hubo tiempo para hacer análisis y pensar un “por qué”. Se dieron muchos factores a lo largo del año, y creímos que era el momento justo para hacerla.

¿Cómo vivieron el show?
-¡Con mucha energía! Repasamos nuestros seis discos anteriores, y recaíamos un poco más en el último que editamos este año, Vacaciones en el Cementerio
¿Se van de gira costera en el verano?  
-Hay algunas cosas dando vueltas, pero nada cerrado aún. ¡Habrá que esperar!

¿Cómo preparan el 2016?
-Lleno de fechas. Estaremos festejando los veinte años de Mal Pasar, presentando Vacaciones en el Cementerio por donde sea: el conurbano, varias provincias del país, Chile, Uruguay y viendo la posibilidad de volver a España y al País Vasco.

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