miércoles, 17 de abril de 2019

Todos Tus Muertos - Groove - 24 de Marzo de 2019

Presentes: ¡Ahora y siempre!

En un nuevo aniversario del golpe militar del ’76, los Muertos rockearon en Groove sin olvidarse del trío más importante de nuestra historia: memoria, verdad y justicia.

La noche llegaba a Buenos Aires con una baja de temperatura más que brusca, teniendo en cuenta la tarde espectacular que convocó a miles de personas a la Plaza de Mayo, en el Día de la Memoria. El público +30 se empezó a acercar a Groove con el correr de los minutos, sin importar que sea domingo ni que al otro día se tuviera que ir a trabajar temprano.

Entre rastas, tragos y punkies vieja escuela, la previa estuvo a cargo de WDK. Y no porque estuvieran de teloneros, pero el musicalizador de la noche se encargó de poner muchísimas canciones de la banda ska oriunda de Zárate, más que nada de su álbum Pirata!? (2008). Quizás era un fanático oculto o tal vez, una especie de propaganda para avisar que la banda está de vuelta y que este 1 de abril toca también en el ex Metrópolis junto a 2 Minutos.

El ambiente ya era de fiesta y la banda principal salió al escenario para interpertar “Tu alma mÍa/Adelita” y hacer delirar a los presentes que armaron una linda ronda de pogo y le regalaron el primer “Vamos los Muertos… vamos los Muertos...” de la noche.

La noche se basó en todo el repertorio de los primeros discos de estudio, por lo que la dupla Fidel Nadal/Pablito Molina no tardó en interpretar “Incomunicados”, “Hijo nuestro” “Dale aborigen” (con un baile frenético de Nadal), “No te la vas a acabar” y “Mate”, con el bajo de Félix Gutiérrez como estandarte.

“¿Dónde está la gente que quiere bailar?”, gritó Fidel, antes de interpretar “Gente que no”, el hit inoxidable de Todos Tus Muertos, compuesto por Jorge Serrano (Los Auténticos Decadentes), cuando era parte del grupo. Pegaditos, sonaron “Los Envidiosos” y “El Camino Real”, del disco editado en 1998, que lleva el nombre de este último tema.

Con unos teclados bien cumbieros, un Pablito Molina desaforado y un Nadal bailarín, la interpretación de “Mandela” hizo vibrar las cuerdas vocales de los fanáticos. Y después de “Todo lo daría”, los Muertos se despacharon con un tridente del disco Nena de Hiroshima (1991) festejado por todos: “Fallas”, “El Chupadero” y “El Espejo”. Esta última tuvo una versión excelente, con esa letra que tan bien define a la maldita depresión.

La primera parte del show estaba por terminar pero no podían faltar canciones como la simpatica “Sé que no”, el salvajismo de “Torquemada”, el reggae de “No más Apartheid” y el final dark con el bajo oscuro de “El Féretro”.

“Ahora sí: es momento de irnos”, gritó un Fidel Nadal antes del doblete hitero de “Andate” y “Trece”, dos de esos tema s que el rockero local canta a rabiar sea del estilo que sea. Los fanáticos los aplaudieron fuertemente y se retiraron felices, por tener otra vez sobre las tablas a una de las bandas más significativas de los ’80 y ’90.

Todos Tus Muertos celebró el día de la memoria a su manera: llenó Groove un domingo, con una lista que tuvo lo mejor de su repertorio. Si bien se nota la falta del querido Gamexane en las guitarras, la banda suena impecable porque el bajo de Gutiérrez comanda el asunto y el dueto de voces Nadal/Molina contiene una magia muy particular. Por suerte, están de vuelta y el que todavía no los vio, que se acerque a donde toquen porque va a presenciar un show de lujo de una banda de culto. De culto a la muerte, obvio.

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Publicada en Revista El Bondi:

Soziedad Alkohólika - Museum - 15 de Marzo de 2019

¡De la hostia!

Con un show demoledor, Soziedad Alkohólika hizo vibrar a sus seguidores y a la estructura metálica de Museum.


La noche del viernes preotoñal las callecitas de San Telmo de a poco se empezaron a colmar de punkies, hardcores y metaleros que le daban un matiz distinto a la zona. El vino y la cerveza giraban matando la espera para ver a los últimos representantes del rock radical vasco.

Pasados cuarenta minutos de las 21 y luego de una infernal previa con Otra Salida, los Soziedad Alkoholika (S.A.) salieron con todo y “Alienado” y “Causas podridas”, de su última placa Sistema Antisocial (2017), iniciaron el show.

“¡Me cago en Dios!”, gritó el vocalista Juan antes de “Tiempos oscuros”, dejando en claro, como en varios pasajes del show, su postura anti eclesiástica. Entre salvajismo y rabia de bajo, canciones como “Dirección propia”, "Política del miedo” y “Niebla de guerra” fueron calentando la noche, con un público que no paró de saltar ni de cantar.


 “Nos ha costado pero hemos vuelto a Buenos Aires”, le comentaba al público el vocalista, previo a uno de los mejores momentos de la noche: la serie que incluyó la pro país vasco “Palomas y Buitres”,  la sensacional “Estado enfermo”, de su disco Ratas (1995) -con sus correspondientes machaques de guitarra-, y la estupenda “Cienzia Asesina”, la única canción de su placa homónima, editada en 1991, con la armónica característica de su comienzo.

“En tu puta cara… ¡Porquería!”, escupió Juan con furia, luego de interpretar “Fugitivos”,  hacia el presidente Mauricio Macri, luego de varias críticas a las políticas de estado que lleva este gobierno. A su vez, el cantante invito a los presentes a “resistir”.

“S.H.A.K.T.A.L.E.”: Siempre Hay Alguien Ke Te Amarga La Existencia. Eso significan las siglas de uno de los temas que mejor define a S.A., una fija en la violenta lista que la banda vasca trajo a estos pagos. Pegadito, con un riff final estupendo y un pogo espectacular, la súper festejada “Automarginado”, se llevó los aplausos de todos los presentes.


“Es hora del aperitivo”, anticiparon desde el escenario antes de “Ratas”, el mejor tema de la noche, donde cada uno de los integrantes se lució en su rol y donde la letra nos hace pensar en lo inmundo que es el sistema. “Lobotomía generalizada” , dice. Cuánta razón.

“La aventura del saber”, “Intoxikazión Etílika” y la anti censura “Piedra contra tijera” llevaban a volar a todo el recinto de San Telmo. El rap metal de “Peces mutantes” hizo bailar a muchos, y más de uno saltó a 80 centímetros del piso. “¡Vamos a disfrutar, eh! El sufrimiento es lo único seguro en esta puta vida…”, dijo un resignado pero sincero Juan, antes de despedir la primera parte del show con “Cuando nada vale nada”, de su álbum ¡No intente hacer esto en su casa! (1997).


El bis terminó cuando subieron a interpretar “Pauso Bat”, en su natal idioma vasco, con la gente eufórica coreando la letra del tema. Siguieron con “Sin Dios ni na”, para no olvidar sus orígenes y remataron la noche con “Nos vimos en Berlín”, el clásico que, más allá de algunas acusaciones y problemas, se convirtió en infaltable en la lista. Tan tremenda fue la versión que hasta el sonidista quedó poseído saltando y cantando.

Entre aplausos y alegría, la banda se despidió de Buenos Aires en un mar de aplausos calurosos de un público que los esperó y estuvo fervorosamente cantando todas sus canciones. A favor de la libertad de expresión y en contra del militarismo y el fascismo, esta es la mejor Soziedad que puede existir ¡Salud, tíos!


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Publicada en Revista El Bondi: