viernes, 8 de marzo de 2019

Mala Fama - Teatro Ópera - 22 de Diciembre de 2018

Así me hice Mala Fama

¡Ritmo, sustancia, cumbia y nada más! La banda liderada por Hernán Coronel armó una fiesta terrible por sus 20 años en el Teatro Ópera y, en Revista El Bondi, no queríamos dejar de agitar el avisperou.


“¡Esto parece el baile!”, dijo sonriendo una chica al ver cómo se apuraba la mayoría para sacar las entradas en ventanilla, como si el Teatro Ópera fuera un boliche más.

Algunos fueron con remeras de Iron Maiden y Pink Floyd, otros con rastas, ropa deportiva y camisetas de fútbol, un par vestidos con ropa como para salir de noche: esa diversidad dejaba más que en claro que Mala Fama traspasó todos los estilos posibles.

Dentro del recinto, la gente hablaba imitando al líder de la banda con sus frases celebres y además, cantaban estrofas de “Made in Argentina”, clásico de su primer álbum, para matar la espera.
Pasados 15 minutos de las 21, todo se puso oscuro y los músicos de la banda salieron a acomodarse sobre el escenario, mientras de fondo se podían divisar fotos del grupo en estas dos décadas de vida que festejaban.

Simil al Cristo Redentor del cerro del Corcovado en Río de Janeiro, la sombra de un Hernán Coronel gigante con los abrazos abiertos se divisaba en la pantalla de fondo, mientras el verdadero aparecía para entonar “Estoy de nuevo”, para delirio de los fanáticos. Pegadito, “Soy Mala Fama”, himno nochero y cumbiero de cualquier boliche de la Argentina de las últimas dos décadas. Mala Fama de alma y corazón.


Además de su simpleza y humildad, una de las características del líder es que siempre hizo saber que tiene muchas influencias en otros estilos, como por ejemplo, el rock nacional. Hace un tiempo dijo que su sueño era tocar en vivo con Andrés Calamaro sobre un escenario. Frase que llegó a oídos de El Salmón y lo contactó para estar presente en los festejos de los 20 años.

“Siempre supe que la sagrada musiquera iba a unir a la gente humilde”, decía un Coronel nervioso como un niño, mientras la gente aplaudía y Calamaro sonreía con su remera de Independiente a cuestas, mientras la banda hizo sonar la melodía de “Tuyo Siempre”, para cumplir el sueño del malafamero.

Terminada la canción, El Salmón lo llenó de mimos resaltando su personalidad, y dejando a Coronel, emocionado. Siguiendo en ese clima, ambos interpretaron “Cochi Nini”, una de las últimas canciones publicadas por la banda, editada este año. Pidiendo un fuerte aplauso para “Andrezuelo” (sic), Calamaro se retiró del escenario sólo por un rato ya que después volvió a aparecer en escena para saludar a Coronel porque se retiraba del Ópera, pero antes, se tiró al piso y le hizo alabancia, en señal de afecto, eliminando cualquier barrera posible.



Luego, el tecladista Nacho Godoy tomó el mando de la situación con sus sonidos y “Gorra Basura”,  “El Soguero” y “Vos querés“, dijeron presente en un Ópera que cantaba cada tema como si fuera el último.

Un montón de imágenes con logos de la banda, dibujos de Hernán, frases y tatuajes eran pasadas en la pantalla de fondo mientras empezaron a sonar los primeros acordes de otro de sus clásicos de la primera época: “Cabeza de Tortuga”. Un clásico.

Llegando a la primera hora de show y en plena éxtasis, subió al escenario Carlitos, el amigo de la banda --famoso por la canción "La motito de Carlitos"- con una bandeja llena de diplomas. Además, subió una persona vestida con el logo de “La Mágica”, la ya clásica fiesta que realiza en Groove y Palermo Club todos los meses, donde Mala Fama suele tocar seguido (y se puede decir que es local) y patrocinó la fecha de la banda en el teatro. Además, fiel a su estilo, habló de la situación del país y automáticamente, el hit del año, el inoxidable MMLPQTP, sonó fuerte y claro, para que se escuche en qué situación está la gente.

La entrega de diplomas duró alrededor de media hora. Con ella, el artista quiso agradecer a todas las personas que fueron parte fundamental para la banda y su vida personal. Por las tablas pasaron ex representantes, familiares, músicos y amigos, con momentos muy emotivos como cuando subió a su nieta y después a su madre, a la que le pedía que le cocine sus conocidos guisos.

La primera parte del show terminó y la gente estaba ansiosa luego de ese parate largo impensado. El telón volvió a subir y apareció en escena el Tumba Vasos, el padre de Hernán, quien llegó tarde para la entrega de diplomas pero enseguida se puso a vacilar mientras sonaba el güiro, y regalaba torta fritas a la primera fila y una de las beneficiadas fue ni más ni menos que Miss Bolivia.
La segunda parte fue alternando clásicos con temas de los últimos discos editados por la banda, a partir de su regreso en 2008, luego del parate por seis años.

“Ha pasado el tiempo”,  “¿Qué te pasa, calabaza?”, “Qué raro que me siento” (con la cantante Lulú Jankilevich, la misma que interpreta el video de “Cochi Nini”) y la siempre festiva “La Ladilla” hicieron que la fiesta volviera a estallar.


La sorpresa de todos fue cuando apareció en escena Marcela Morelo con su charango para dar cátedra con su voz e interpretar en dueto con Hernán, “La resaca de tu amor”. “¡Marcela Morelo está agitandou el avisperou!”, gritó Coronel, emocionado y feliz por la fiesta que estaba logrando. Pegadito, hicieron el hit de la cantante,  “La fuerza del engaño” y todo fue un carnavalito festivo y cumbiero.

Después del hiper coreado “Mi alegría” y para que todo siga en su lugar, la última canción estrenada, “Gordo Rata”, empezó a sonar. Para ello, pusieron el video oficial de fondo y apareció un Power Rangers rojo, para demostrar que era el rey de la bailanta. No obstante, cuando parecía que no, de costado apareció rapeando Dante Spinetta, para darle a la canción todo lo que necesitaba. Los aplausos estallaron y el abrazo Spinetta/Coronel pareció eterno. Para despedirlo, Hernán se encargó de contarles a todos que Dante es un gran músico y que “también lo fue su padre, Luis Alberto. Si no lo conocen, búsquenlo que lo van a disfrutar”. Además, agradeció a los invitados y terminó con una frase de esas que muestran su nobleza: “Acá nadie vino por la plata. Todo lo que se hace es con amor y por amor. El amor de la sagrada musiquera”. Sonó “Duro, duro” y la segunda etapa del show llegó a su fin.

El telón cerrado sirvió de fondo para un nene que se subió al escenario a leer un poema. Iluminado, hizo sentir con sus palabras, todas las voces que no siempre son escuchadas: “(…)Somos lo que no muestran los medios. A duras penas, somos una maravilla. Somos la gente, somos la villa”. Entre aplausos y emoción, se retiró para dejar a todo el Ópera pensante.

Un vídeo con un Papá Noel de fondo fue el principio del último momento del show. Con la voz modificada, el hombre de los regalos versión argenta, volvió a criticar al presidente actual, su gestión y todo el mal que le están haciendo a las clases más bajas.


El elegido para abrir la tercera parte fue nada más y nada menos que “Made in Argentina”, ese mismo tema que habla de amor a Diego Maradona y al vino por igual. El final venía con todo así que “Me hice Mala Fama” puso a al público a bailar entre las butacas.

Los asuntos sociales de la actualidad lo tienen siempre atento. Por eso, no escapó de hablar sobre el aborto legal, seguro y gratuito. Pidió por la ley, la gente apoyó la causa con cánticos y el escenario se puso verde para que todo esto sea entendido. Acto seguido, Re Fantasma subió para interpretar “Yo uso visera” y quedó más que claro que no son deportistas sino de la vagancia.

El final guardaba las tres canciones más populares de la banda. La primera, “La Marca de la Gorra”, un tema que quedó en el inconsciente de la gente, no sólo por los sonidos del teclado característicos, sino porque a pesar de haber sido editado hace más de 20 años en su primer disco, no falta en ninguna fiesta ni en ningún cumpleaños.

La segunda fue “La Motito de Carlitos”, con el personaje que le dio vida a esa letra tan cruel como graciosa, que subió a andar en bicicleta entre los músicos. Cuando este tema fue editado en 2012, revolucionó las redes sociales con un vídeo que se hizo viral en pocas semanas.

La última fue “Guampa Chata”, la graciosa historia del amante desenfrenado, que poco le importa las consecuencias. Un clásico de la cumbia local que tuvo una versión más extendida y hasta tuvo la participación de Yoli, una fanática de la banda de 80 años, que hasta llevó un cassette que su nieta le había grabado en su momento, para que los escuchase.


El telón comenzó a cerrarse y la banda se despedía con alegría. Más de tres horas de show, con grandes invitados de distintos géneros musicales, que dejaron más que marcado el logro que logro Mala Fama, en todos estos años: cruzar toda frontera posible. Además, su público es variado porque abolieron las clases sociales. La banda de Hernán Coronel y cía., apareció en un momento donde ellos eran la voz (junto a otras bandas de la cumbia) de los más humildes, de los barrios más bajos, una especie de respuesta combativa a la crisis social de ese entonces. Hoy, con 20 años encima, se convirtieron en un fenómeno popular que divierte a todos. Pero a no confundir: ellos nunca se olvidan de donde vienen. ¡Felices 20 años agitando el avispero, Mala Fama!

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Publicada en Revista El Bondi:

Entrevista a Andy Caballero, director del documental sobre la historia del Estadio Obras (18 de Enero de 2019)

Andy Caballero: "Van Halen y Obras cambiaron el trabajo del sonidista en Argentina"

Este año se editará un documental sobre el Obras, de la mano del director Andy Caballero.

 
Entre risas y anécdotas, el director Andy Caballero nos cuenta cómo nació la idea de homenajear en un film Obras, el mítico estadio de Nuñez, que ya tuvo su primer avance en las redes sociales, el pasado miércoles 16 de enero y qué tan importante es el recinto para el rockero local.

-¿Cómo surge la idea del documental web?
-Todo arrancó cuando la gente de Obras me llamó para hacer unas pastillas para internet, unas cositas para YouTube por los 40 años del estadio. Yo venía súper embalado con la filmación de mi primera película  junto al director Diego Corsini, “Sólo el amor” (2018), y les propuse unas ideas con temáticas fuertes y más estéticas; ellos compraron la idea, fui muy feliz (risas) y ya el primer día de grabación nos dimos que teníamos mucho material como para una película. De alguna manera, Obras tiene tantas anécdotas que termina siendo un esqueleto del Rock nacional.

-¿Cuántos capítulos son?
-Van a salir trece y cada quince días. Ninguno tiene el mismo tiempo de duración, nos pusimos como objetivo que cada pastilla dure lo que la anécdota dure, sin forzar ni achicar nada. La idea es mostrar que la historia de Obras es ecléctica: toca Abel Pintos pero también Sepultura; los capítulos también tienen que ser así: Somos como medio Punk (risas).

 -¿Qué crees que va a tener de diferente a cualquier otro film?
-Siento que no existe un documental sobre un lugar así, de esta manera, hasta busqué en el exterior, sobre el Madison Square Garden y no hay. Para nuestra sociedad es un lugar muy importante. Pensá que el estadio funciona desde la época de la dictadura: las bandas rockeaban hasta cuando no se podía. El periodista Bobby Flores nos contaba que, en esos años de plomo, ibas a un recital a Obras y afuera, a la salida, había dos camiones celulares esperando para llenarlos de gente. Sergio Rotman (Los Fabulosos Cadillacs) nos contó que en esos años, sus padres sabían que si iba al estadio y no volvía, tenían que ir a buscarlo a la comisaría más cercana.

-¿Cuándo tienen pensado editar de forma completa el documental?
-Estos vídeos -que salen en las plataformas digitales- van a ser unos caramelitos para tentar al que los ve. Los va a disfrutar de a uno hasta llegar a la fecha que editemos el documental completo y se lo demos todo junto, que calculamos será en septiembre u octubre.

-¿Hay intenciones de llevar de gira al material?
-Queremos presentar el film en algunos festivales porque entendemos que Obras es fundamental para entender el rock en Latinoamerica. Además, es un lugar donde distintas generaciones se fueron encontrando, como Botafogo, que fue de espectador, subió a tocar con Pappo’s Blues y terminó yendo a ver su hijo (Andrés Vilanova). Obras es un lugar que tiene una mística muy grande, la sentís cuando entrás y cuando salís: eso en Groove o Niceto, no pasa.

-¿Alguna historia te llamó particularmente la atención?
-En uno de los capítulos vamos a hablar de la primera visita de Van Halen al país, en 1983. Lo que sucede en ese show es que, antiguamente, todas las bandas ponían sus equipos sobre tarimas, tal cual se acomoda la batería en cualquier escenario. Cuando llega la banda les responde algo así como “No, papi. Los equipos van al piso…” (risas).  El sonidista Adrián Taverna nos contaba que pensaba que en todos esos primeros años de rock, se había hecho todo mal en Argentina. A partir de esa visita, toda banda local o internacional empezó a tocar con los equipos en el piso y ¡todo gracias a Van Halen!

-¿Hay más testimonios de esa visita?
-Todos los que fueron a ese recital concuerdan que nunca escucharon un sonido así: desde Juanchi Baleirón que no lo podía creer, pasando por Taverna que nos decía que ni con Soda Stereo pudo sonar así de potente  hasta Wallas, de Massacre, que nos contaba que no se podía hablar ni gritando dentro de Obras. ¡Los tipos eran un fuego!

-En lo personal, ¿cómo vivís que te hayan elegido para este proyecto tan importante?
-Para mí, es un sueño cumplido. Yo pagué entradas para ver bandas en Obras y además, soy musiquero de toda la vida; antes de incursionar en el cine, trabajé muchos años con bandas y sé lo que se trabaja para llegar al templo.

-¿Te acordás cuál fue tu primer show en el estadio de Avenida del Libertador?
-¡Sí! Fui a la presentación oficial de “Amén” (1995), de Attaque 77, con unos amigos de la secundaria. Creo que nos llevó el padre de uno hasta la puerta y entramos súper eufóricos. ¡No lo podíamos creer! nunca los había visto en vivo y fue demoledor. Es más, para el documental lo grabamos a Leo De Cecco y, si bien lo conocía de antes por la filmación de unos videoclips, me miraba sorprendido por saber que ellos habían sido mi primer show. Pero, yo era fan: pagué mi entrada, fui con mi remera, escuché todo el disco y salí del recital con mis amigos pensando: “¡Ya está, loco: somos rockeros!" (risas)

-Y con tantas historias que te contaron, ¿te hubiese gustado vivir algún show en especial?
-En el plano internacional, me hubiese gustado ver ese show de Iggy Pop del que todos hablan, que vino muy popero al país, vio que al público no le gustaba, y terminó partiendo cabezas, descontrolando el lugar. Y después, como súper fana de Ramones, me hubiese gustado ir a cualquiera de ellos; ahí se gestó la Ramonesmanía en Argentina. Es una deuda pendiente que tengo conmigo mismo.

-¿Y nacional?
-Últimamente, estoy muy Virus y me hubiese gustado estar en alguno de ellos. Pero, sobre todo, en el último Obras que hace Federico Moura. Previo al show y debido al avanzado estado de su enfermedad, tenía muchísima fiebre. Tal es así, que la banda estuvo a minutos de suspender el show ya que no podían hacérsela bajar. Federico les dijo que él iba a salir igual porque, interiormente, tenía muy claro que quería despedirse de la gente. Subieron al escenario y, como si no tuviera nada, Federico cantó la primera canción a puro esplendor, con los fanáticos aplaudiendo a mansalva. Apenas terminado el tema, su hermano Marcelo lo abraza, para de esta manera constatar con su mano que la fiebre se había ido. Federico terminó el show sin fiebre, cosa que le volvió de manera rabiosa cuando bajó del escenario. Esas tablas tienen magia, claramente.

-Para ir terminando, viste que antes se decía que para cualquier banda Cemento era la primaria/secundaria y llegar a Obras, era recibirse en algo terciario. En tu visión personal, ¿por qué crees que se ganó ese respeto?
-Es que era así. Lo pienso como cuando empecé la secundaria: de un colegio normal en Chacarita, arranqué en el Hipólito Vieytes, de Caballito, con 13 primeros, y te la tenías que bancar. Entonces, Cemento era eso: áspero, con mucha crudeza, pero ya habías hecho cierto circuito y estabas curtido. Obras, en cambio, tenía cierta elite. Dejaste el colegio, ya vas a la facultad y ahora jugas en serio porque de ese lugar, depende tu futuro. Si haces un buen show en Obras, vivís de esto el resto de tu vida. Por eso, es el Templo del Rock, ¿no?

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Publicada en Revista El Bondi:
http://www.elbondi.com/entrevista.php?id=7475 

Riff - Teatro Vorterix - 01 de Diciembre de 2018

Que sea Riff

¡Acción, acción, acción! A pura distorsión y rock duro, la vuelta de la legendaria banda a los escenarios con Vitico, JAF y los hijos de Pappo (Luciano Napolitano) y Oscar Moro (Juanito Moro) fue toda una fiesta en el Teatro Vorterix. 


Mientras la inútil cumbre del G20 llegaba a su fin en la ciudad de Buenos Aires, en las inmediaciones del Teatro Vorterix todo se llenó de camperas de cuero, botas y remeras negras de distintas bandas metaleras. Con una nueva formación y en lo que sería la primera presentación oficial sin el Carpo, Riff estaba de vuelta.

“Y dale Pappo… dale, dale Pappo”, coreaba la gente de forma fervorosa en los minutos previos a la salida del grupo a las tablas.  Las luces se apagaron y pasados quince minutos de las 21, la inconfundible voz de Norberto Napolitano decía la intro de “Dios Devorador”, tal cual suena en Riff VII (1985), el disco homenajeado de la noche. La banda salió a escena a pura energía con Juanito Moro en batería (hijo del ex baterista fallecido, Oscar Moro), Luciano Napolitano en primera guitarra (hijo de Pappo), el eterno Vitico en bajo y JAF, en segunda viola, quien además, tomó el mando de la voz, para la primera canción.

La segunda canción fue “La Espada Sagrada”, uno de esos clásicos inoxidables donde la gente comenzó a poguear, sin importar la edad de muchos. Las palmas de la gente acompañaron la versión de “Exterminador”(con las dos violas sonando al mango) y JAF volvió a mostrar todas sus virtudes a la hora de cantar,  cuando “Elena X” sonó.


“¡Esto lo hacemos por ustedes!”, gritó Vitico quien tomó el micrófono no sólo para agradecer, sino también para saludar a su hija que cumplía años. Dos estupendas versiones de “Necesitamos más acción” y “No detenga su motor”, hizo que sea imposible no sentir ese inevitable gen Napolitano en Luciano.

“El combustible de todo esto son ustedes y las canciones”, dijo Vitico, un tanto emocionado, bajo una lluvia de aplausos. Además, le agradeció al histórico Adrián Taverna, que se encargó del sonido del show.  La lista seguía con “La dama del lago”,  “Parece que viene bien”, y una tremenda versión de “Macadam 3… 2... 1... 0…”, donde el baterista se lució en los parches y hasta tiró algunos palillos a la gente.

“Tenemos un invitado que también fue parte de Riff”, anunció el Canciller previo a presentar a su hijo, el guitarrista Nicolás Bereciartúa, quien formó parte de la última formación de la banda con Pappo, allá por 2005. El punteo californiano de la guitarra dio inició a uno de los himnos de Riff, “Sube a mi Voiture”, y todos se olvidaron de los Mercedes Benz.

Parados los cinco sobre el escenario, Vitico volvió a tomar el micrófono y aseguró que ellos eran “Riff 2018”, y disparó, sin dar nombres, que “el que no está es porque no quiso”. La distorsión pedía más y la histórica y rutera “No obstante lo cual” decía presente, haciendo que JAF, Vitico y Luciano se pusieron adelante del escenario para rockearla mejor.


La voz de Vitico entonó las estrofas de “Mal romance” y con la llegada de “No pasa nada en esta ciudad” y “Ruedas de metal”, se pudo ver quiénes eran los reyes de este pesado rock.  Después de “Es tarde”, sonó uno de los más festejados de la noche: “Mucho por hacer”. Para este tema, la gente se encargó de acompañar con las palmas el estribillo mientras que el hijo de Vitico, mostraba toda su destreza con la guitarra.

“¡Escuchá, viejo!”, gritó Luciano Napolitano previo a “Susy Cadillac” y, como si hubiese bajado desde el cielo el mismísimo Carpo a apadrinarlos, tanto Luciano como Nicolás Bereciartúa se lucieron haciendo algunos punteos con sus guitarras, generando una ola de aplausos y una hermosa tanda de pogo. El fin se acercaba y no podía faltar la historia de amor furtivo de “El Forastero” en la lista, el clásico incluido en Zona de Nadie (1992).

“Este tema muchos de ustedes lo estaban esperando”, dijo Vitico antes de empezar con los acordes de “Que sea Rock”, uno de esos himnos de nuestra música. Para que el final sea a todo trapo, de cada costado fueron expulsados cientos de papelitos metalizados, que generó mucha euforia y éxtasis tanto para los músicos como para la gente. La versión se extendió un poco más de lo habitual, y los integrantes de la banda se lucieron con sus instrumentos. Solo hubo tiempo para un saludo final de los cinco músicos abrazados sobre el borde escenario y un maremoto de aplausos por parte del público.


En poco más de una hora y media, este modelo 2018 de Riff sacó a relucir varios clásicos de la mítica banda fundada por Pappo, a principios de los 80’s. Quizás, más de uno sienta que sin el Carpo, no es lo mismo. Pero hay que destacar que formaron un lindo equipo para homenajear toda la obra que nos dejó, logrando una potencia alucinante. Vitico ya prometió que van a agregar algunos temas para las próximas fechas. Entonces, habrá que ir para ver si el Canciller, cumple. Es menester.

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Publicada en Revista El Bondi:
 

WDK - Groove - 10 de Noviembre de 2018

¡El alma de la fiesta!

WDK armó un verdadero quilombo en Groove en el marco de los festejos por sus 20 años.


Buenos Aires sucumbía debido a una tormenta eléctrica que inundó parte de la ciudad y gran parte de los partidos aledaños. El Súper Clásico que medio país esperaba y la primera fecha del Personal Fest ya habían sido suspendidos. Pero en Palermo, la historia era otra. A pesar de la intensa lluvia, la gente se fue acercando hasta Groove hasta colmar sus instalaciones, esperando la vuelta de WDK a los escenarios.

Diez minutos antes de las 21, el instrumental que da comienzo a sus shows puso a los músicos sobre el escenario, para luego desatar la fiesta con "Qué necesitás?". El primer "Vamos W", ese cantito festivo del público pero musicalizado por la banda, con la suma de un conteo hasta el número 20 por parte del vocalista Pablo Spektro y un agradecimiento por los 20 años de vida, fueron los primeros momentos de simbiosis entre los músicos y la gente.

Los temas "Voy colgado" y "Laberinto" fueron la antesala de "Hule", uno de los más recordados por la gente. La fiesta seguía y desde arriba del escenario bajó "1&2", corte de difusión de su última placa editada en 2012, con el mismo nombre. Para estar en sintonía, Spectro, entre risas, cambiaba la letra para que una estrofa de la canción terminara en "son los 20 años de WDK".


"¿Viste? Tuvieron que cambiar el clásico porque tocaba W", decía al público la voz líder de la banda, haciendo alusión al partido suspendido entre Boca y River, para luego interpretar "Ay, Ay, Ay", "A Vos" (mención especial para éste tema que hace tan explosiva y serena, la fusión de los vientos con la distorsión) y "Dulce Amor", ésta última dedicada a su madre.

La primera ronda gigante de pogo se armó con las primeras notas de "Argh", la canción que le dio nombre a uno de sus discos más conocidos, allá por el 2004. La fiesta estaba en plena cresta de la ola, por eso la lista seguía con canciones como "Ojos abiertos", "Branco"(de los más pedidos por la gente), "Sala de estar", "Epitafio" y "Astronautas", estas últimas tres, publicadas en Pirata? (2008), uno de sus mejores álbumes, editado sólo para descargar vía Internet.

Un viaje hacia al pasado resultó inevitable cuando interpretaron la vieja "Ciudad Central", para cortar un poco con la emotividad que generaron "Ser especial" y "Chupete".

El homenaje a Niko, bajista de la banda fallecido en 2007, no podía faltar. El guitarrista Chuko, el otro carismático de la banda, tomó el micrófono para interpretar la siempre linda "A millones de años luz " y "Extraña sensación", que generaron un par de cantitos y un aplauso emotivo de ese Groove lleno. La romántica y rockera "Para Vos" junto a "Apagón General" cerraron la primera parte del show.

Luego del bis, los WDK volvieron al escenario para hacer la siempre festiva "Llamen al doctor". Para la segunda canción, la hiper coreada "Mi Elección", invitaron a Lenke, bajista que se unió a la banda post muerte de Niko.


"Sensación pura y natural... Algo que no quiero dejar...", coreaba la gente súper frenética el estribillo de "Sensación Pura", uno de los más esperados por los fanáticos de W.

El último invitado de la noche fue Fundy, el primer trompetista de la banda, que le puso la voz a "Satisfactorio", clásico de la primera época, con una frase que se repite y resuena todo el tiempo en la mente "Ya no necesito más de lo que yo tengo hoy".

La presentación de los músicos y la foto final con la gente fueron la previa del tema final: "La muerte". Ahí fue donde todo se descontroló para bien y fue un delirio tanto arriba como abajo del escenario.

Sólo quedó tiempo para una lluvia de aplausos acompañados de cantitos y algunos gritos de que sigan. Desde las tablas, la emoción, los recuerdos y el saber que hicieron bien las cosas y que hay canciones que siguen tan vigentes como cuando las escribieron, les sacaba sonrisas a los integrantes de la banda mientras hacían el saludo final.


Los dos décadas de WDK fue uno de esos cumpleaños a los que da gusto estar invitado. El futuro del grupo es incierto pero ellos son el alma de la fiesta, y lo saben. Sólo falta saber cuántas fiestas más van a querer hacer. Lo único que sabemos, es que nadie se las quiere perder. Nosotros tampoco.

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Publicada en Revista El Bondi:

Entrevista a WDK, en su vuelta a los escenarios por sus 20 años de vida (09 de Noviembre de 2018)

"Sabemos que se va a dar esa sinergia entre el público y nosotros"

Este sábado 10 de noviembre, la fiesta no es de Boca ni de River: ¡Vuelve WDK en Groove!

 
El ska punk argento está contento porque recupera a uno de sus mayores exponentes de los últimos años. Surgidos en Zárate y con una discografía tan rockera como combativa y festiva, sus integrantes nos cuentan cómo se logró la vuelta, la posibilidad de un disco nuevo y cómo preparan la fecha en Groove. Con ustedes, WDK.

-¿Cómo surge la idea de reunirse por los veinte años?
-Todo resultó casi sin querer. A pesar de no seguir tocando, compartíamos varias cosas entre los WDK. ¡Pensá que algunos de nosotros somos amigos hace más de veinticinco años! Así que después de varias charlas, tragos y un par de gritos (risas), las zapadas no tardaron en aparecer. En ese momento nos dimos cuenta de que los veinte años eran la mejor excusa para hacer un reencuentro en el escenario.

-¿Qué hizo cada uno de los integrantes del grupo luego del último concierto en el Teatro Flores?
-Cada uno siguió con su vida, sus proyectos personales y musicales. Entre estos últimos, surgieron un par de bandas como Spectro´s, La Ribera Ska Paraíso, Ánima, Ser Aloha y Carmen. Pero todas eran a otra velocidad, otra onda, mucho más tranquilos.

-¿Cómo fue reencontrarse después de seis años en una sala de ensayo todos juntos?
-Cada tanto, algunos de nosotros nos juntábamos a tocar algo. Pero cuando estuvimos nuevamente todos juntos tocando, se vio que esto iba para adelante. Después de todo, es como andar en bici: ¡un par de pedaleadas y arranca sola!

-WDK es una de las bandas pioneras de ska punk en Argentina, ¿qué sienten al saber que son una influencia para las bandas que vinieron después?
-Para nosotros es un gran orgullo. A veces uno no se da cuenta, pero cuando ves alguna banda de pibes mas jóvenes que suben a un escenario y hacen un tema de WDK, es una emoción total. Internamente, te decís: "Algo bien habremos hecho…" (Risas).

-La vuelta trajo, además, sus discos oficiales subidos a plataformas digitales remasterizados. Si bien Pirata (2008) fue editado vía Internet, ¿cómo ven la masificación de éste fenómeno para la difusión de la música?
-Es un recurso muy bueno. Allá por los comienzos, lo primero que editamos fue un cassette. Para eso había que ir a un estudio, donde había técnicos, máquinas, acustización. Además, tenías que ir a una empresa para que te fabriquen los cassettes (o CDs, más adelante) y rebuscártela para ver cómo los distribuías. Esto significaba pagar bastante dinero por todo este proceso y, por más que hubiera algún sello discográfico que te apoyara con estas vueltas, tampoco es que tu música llegaba "a todos los rincones del país". En estos últimos 15, 20 años, todos esas etapas se fueron simplificando, logrando que estén al alcance de cualquier músico. Hoy en día, cualquier persona o banda con pocos recursos puede grabar su música y ponerla a disposición de todo el mundo, literalmente hablando. Por su puesto que le quita un poco de romanticismo a todo el proceso, pero tenés muchas más herramientas y todo depende de cómo las use cada uno.

-¿La idea de los integrantes es seguir con la banda o este show es sólo un reencuentro por las dos décadas de vida?
-En este momento estamos enfocados a full en el show del 10 de noviembre en Groove. Por supuesto que es medio inevitable ver un poco más allá, pero no queremos pisar el palito. Por ahora, vamos por este festejo y despues que las cosas se den como se tengan que dar...

 -Entonces, ¿es imposible pensar un disco nuevo de WDK?
-¡Qué fluya! (Risas)

-Volviendo a Groove, ¿cómo preparan la fecha de este sábado?

-Estamos ensayando una lista bastante extensa, tratando de recorrer estos 20 años, con algunos viejos integrantes que estarán de visita. La verdad que nos hubiera gustado invitar a muchos amigos más, pero somos medios caóticos y de pedo que podemos con nosotros mismos (muchas risas). Lo que sí sabemos es que se va a dar esa sinergia entre el público y nosotros que siempre se dio, y que genera una explosión de emociones.

-¿Hay posibilidad de una gira después de la vuelta oficial?
-Y habrá que ver... ¡Dejalo que fluya!


*Sábado 10 de noviembre en Groove, Av. Santa Fe 4389. A las 19

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Publicada en Revista El Bondi:

Entrevista al Tano Romano, de Hermética (13 de Noviembre de 2018)

"Las canciones de Hermética llegaron al corazón de la gente de una manera increíble"

El Tano Romano anticipa a Revista El Bondi cómo será el show que depositará de nuevo a la H en el estadio Obras, el próximo 22 de diciembre, y además, nos hace un pantallazo de este último año de la banda y de su relación con Ricardo Iorio.

 
A pesar de su trayectoria en la historia del metal argentino, Antonio "Tano" Romano se presenta con una simpleza que enloquece. Sus brillantes riffs podrían enamorar a cualquiera, pero él prefiere la humildad ante todo y agradece el espacio. Sus recuerdos, la vuelta de Hermética, su relación con Ricardo Iorio, un disco nuevo, Riff y la vuelta de la H al estadio Obras, son algunos de los temas que surgen en una charla sobre ruedas de metal, evitando el ablande.

-¿Cómo surgió lo de homenajear al disco "Ácido Argentino" (1991) ? ¿De quién fue la idea?
-No recuerdo de quién fue la idea pero, lo que sí teníamos en claro es que queríamos hacer un show con todas canciones de Hermética. Una vez, lo había hecho con mi banda solista, después que hice los 25 años en el 2010. Con el tiempo, lo hice también con mi grupo, Ácido Argentino completo, en un Teatro Flores lleno. Fue una fecha buenísima, donde la gente vino a disfrutar ese disco.

-Algo grande de verdad...
-Imagínate que la idea de hacer ese álbum tan importante, pero con tres integrantes de La H, sumando a Carlos Cuadrado, el bajista de Malón, iba a ser algo increíble para nosotros. Ni hablar para toda la gente, ¿no? Así fue como tomamos la decisión de hacer ése disco, más otras canciones de la H, que fueron las que finalmente fueron parte del set de canciones que hicimos en las fechas del Teatro Flores y en distintos lugares del país.

-¿Qué crees que le aportó este álbum al Heavy local? 
-Siento que le aportó muchísimo a la escena metalera argentina. Ácido Argentino es un disco muy importante, tanto por el contenido de sus letras como por lo musical. Nos lo dicen los chicos y chicas que nos encuentran en los recitales o caminando en la calle. Personalmente, me dicen: “Tano, tus riffs y canciones hicieron de que hoy sea músico, y que con mi banda toquemos covers de Hermética en los ensayos”. Eso es algo tremendo y que está buenísimo.

-¿Cómo recordás la grabación?
-Era una época en donde no había demasiado equipamiento. Además, los técnicos en grabación no conocían demasiado este estilo nuevo de música y nosotros tratamos de que salga lo mejor posible, con cero experiencia. Lo que quedó demostrado es que, hay veces en que, no pasa solamente por tener un buen sonido sino porque las canciones llegan al corazón de la gente. Por suerte, todas las canciones de Hermética llegaron de una manera increíble.

- Hace poco editaron la filmación de los primeros recitales de esta etapa en el Teatro Flores, ¿cómo viviste esos shows? ¿Cómo fue la edición del DVD?
-El homenaje Ácido Argentino Aniversario (2018) es un resumen de esas fechas en Flores. Hoy tenés la posibilidad de grabar y filmar, dejando todo documentado. Fue increíble lo que se vivió en esos cuatro días, superó nuestras mejores expectativas. Si bien nosotros sabíamos qué había gente que tenía ganas de escuchar esos temas en vivo, entendimos que hacerlos con tres integrantes de la H más Carlos Cuadrado (bajista de Malón) iba a permitir que la gente los disfrute más. Aunque no pensamos que iba a pasar de la manera que pasó, con toda la gente yendo a buscar su entrada para ser parte de esta fiesta y no quedarse afuera. Así y todo, muchos no lograron entrar. Por suerte, pudimos documentar y grabar lo mejor de esas noches y hoy, el que no pudo estar o a lo mejor también por la distancia no pudo llegar, de alguna manera puede ser parte disfrutando y viendo lo que fue.

-¿Qué significó para vos esa experiencia?
-Personalmente, fueron cuatro noches únicas e inolvidables no sólo por nosotros al haber tocado los temas, sino también por la gente que nos acompaña: un equipo de laburo con técnicos de sonido, iluminación, asistentes. Toda gente muy capacitada como para poder dar el nivel que el show se merecía.

-¿Cómo pensás que lo vivió la gente?
-Lo bueno de estos tiempos, es que en las redes sociales se pueden ver comentarios al otro día de tocar, y leer que la gente lo disfrutó a pleno, es un placer. Nosotros también lo disfrutamos. Imaginate salir a tocar y escuchar a la gente cantar más fuerte que nosotros... Son momentos increíbles que emocionan mucho. Estamos muy contentos de que hoy todo  el mundo pueda ver lo que fueron estas fiestas en el Teatro Flores. Espero que el mundo pueda ver que en Argentina también se pueden dar shows de alto nivel como los que hicimos nosotros. Creo que eso suma para todos, para que pongan un poquito la mirada en las bandas argentinas, porque hay muy buenos grupos y se pueden hacer cosas maravillosas.

-En tu interior, a esta gira, ¿la vivís como una vuelta de Hermética o un tributo de Malón a la H?
-Cada uno lo vive a su manera. Sumamos a Carlos Cuadrado en el bajo, que interpreta las canciones tal cual son, simplemente eso. Es decir, seguimos tocando nuestra parte, que es exactamente la misma que hicimos siempre. Así que a lo mejor eso es lo que le da ese toque especial. Los pibes vienen al show y escuchan las canciones tal cual la escucharon en su disco. La realidad es que, somos cuatro músicos de los cuales tres fuimos parte de Hermética. Los temas suenan como tienen que sonar.

- Tano vos sos el único que se habló con Ricardo en estos años de post separación, ¿seguís teniendo contacto con él? ¿Se comunicó por esta serie de recitales o te llegaron comentarios suyos?
-No, no tengo contacto y no me llegó ningún comentario de él.

- ¿Te hubiese gustado que sean los mismos cuatro que grabaron el disco?
-Sí, claro. Más que nada por la gente. Pero también estoy muy contento y disfruto mucho de tocar estas canciones con Carlos Cuadrado.

- Van a despedir el año, esta vez en el Estadio Obras, ¿cómo preparan el show?
-Nos preparamos como siempre, tirando toda la carne al asador. Es verdad que estamos dando unos lindos espectáculos, como se merece La H, pero bueno, el Estadio Obras es algo especial porque nos trae muchos recuerdos. Creo que, a cualquier banda o músico le gustaría tocar en ese estadio. A nosotros nos pasó. En mí caso, antes de tocar ahí, iba a ver a Riff por ejemplo, y me emocionaba cuándo escuchaba a la gente cantar los tema con Pappo. Soñaba con el día en que tuviera una banda, parado sobre ese escenario, tocando mis propias canciones y que me pase lo mismo que le estaba pasando a Pappo en ese momento. Tuvimos la suerte que llegamos a tocar en un Obras lleno de gente que iba a cantar nuestras canciones, así que bueno, tiene algo muy especial el lugar. Seguramente este va a ser una despedida de un año inolvidable para todos.

- ¿Qué sentís al saber que van a volver al lugar donde Hermética dio su último concierto para el público porteño? 
-Se siente mucha emoción, no todos los días se toca en Obras. La verdad que tengo muy lindos recuerdos. Esta fecha significa volver a tocar todas estas canciones, ver a la gente disfrutándo y emocionarnos todos juntos, una vez más.

- ¿Cómo sigue todo después del show? ¿Van a seguir girando en el verano?
-Después de despedir el año en Córdoba, tenemos uno o dos shows en Mar del Plata, a mediados de enero. Luego nos tomamos un pequeño descanso como para después arrancar el 2019 con todo.

- ¿Es posible imaginar un nuevo disco de estudio de la H el año próximo?
-Cada uno es libre de imaginar lo que quiera. Nosotros por el momento, queremos tener la cabeza en los shows que quedan. El futuro dirá que es lo que viene. Esperamos que toda la gente termine bien este año y, que el que viene, haya más laburo para todos.

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Los Violadores - Teatro Gran Rex - 06 de Octubre de 2018

Infierno Privado


Lo que era la fiesta de Los Violadores en el Gran Rex por las tres décadas de su disco “Mercado Indio”, terminó opacada sobre el final por las internas de la banda y una posible separación, nuevamente en malos términos.

Buenos Aires estaba sitiada. Cualquier punto de la ciudad resultaba un problema a nivel tránsito. Ni hablar el casco histórico, que debido a la colocación de un escenario en las avenidas principales a causa de los Juegos Olimpicos de la Juventud, era intransitable. Por eso, llegar al teatro Gran Rex resultaba ser (casi) para una medalla en el podio.  Para las 21, mientras la gente cantaba cantitos alusivos para la banda, las luces se apagaron y con una intro de fondo y la soprano Oriana Favaro comandando todo con su voz, Los Violadores salieron al escenario para hacer “Nada ni nadie nos puede doblegar”.

Con un Pil Trafa super atlético que subía y bajaba las escaleras de costado que llevan a las plateas de arriba desde el escenario, “Bombas a Londres” fue el primero del disco a festejar. La lista siguió con temas de sus primeros LP’s como “Revolución Inter”,  “Más allá del bien y del mal”, “Zona Roja” y “Al borde del abismo”, generando por un lado las primeras intervenciones de la gente, coreando los punteos de la guitarra, y por otro, al eterno Stuka luciéndose.
 

“Los Juegos Olimpicos se hacen en un estadio, no rompiéndole las bolas a la gente”, escupió un enojado Pil, quien estuvo criticando al gobierno de turno y hasta llegó a arengar para que la gente cante por el hit del año (ni siquiera del verano ya), ese que cantamos todos. Stuka lo interrumpió abruptamente para decir que “no nombren a los políticos porque si no le dan más prensa”.  El tema que le siguió fue el clásico “Comunicado N°166”, y terminó con el mismo Pil Trafa insultando a los militares. En una parte de la canción, el cantante fue besado por el guitarrista (que luego besó al resto de la banda), mostró su descontento y los indicios de mala onda entre ellos se hacían inevitables.

Antes de “Infierno Privado”, contaron que creían que nunca lo habían tocado en vivo, pero que un viejo amigo de la banda les envío una versión en el estadio Obras. Un “éramos muy locos de jóvenes”, bajó, entre risas, desde el escenario. Le siguieron “Juega a ganar”, con la invitación de un conjunto de cuerdas que quedó muy bien para toda esa etapa del show y “Tiempos de Acción”, que Pil Trafa cantó a dúo nuevamente con Oriana Favaro, quien se quedó además para interpretar “Solo una agresión”, pero esta vez, con Stuka en la voz.  Después de una falsa improvisación con los invitados y la soprano para hacer “Chicas de la calle”, llegó el grito de furia de la banda: “Violadores de la ley”, uno de los temas más festejados de la noche.  



“Esto es Perú puro. Ese país es mi segundo casa. Lo amo. Es increíble lo que hicieron los españoles arruinando civilizaciones enteras”, dijo el cantante antes de interpretar “Mercado indio”, una de esas canciones que tienen Los Violadores, que la letra está más vigente que nunca.


Para el final de la primera parte, el Polaco Zelazek se lució con su bajo en “Noticias en la noche” y la multicoreada “Fuera de Sektor”, tuvo a un Pil que se paseó por todos lados.  Para el primer bis el cantante regresó al escenario para dar un mensaje de paz a nivel social, y la banda se completó para interpretar “Beat africano” y la oscura “La era del corregidor”, del álbum Fuera de Sektor (1986). 

“Este tema lo hicimos de esta manera en el ’85, ’86, en Temperley, en una fecha que compartimos con Soda Stereo, y le tomamos prestado el saxofonista”, contó Stuka, antes de invitar a un saxofonista para interpretar una linda versión de “Espera y verás”, el clásico de ¿Y ahora qué pasa, eh? (1985).   Con “Represión”, el primer himno popular logrado por la banda, las cosas se empezaron a poner raras. La gente estaba en pleno éxtasis y cantando cuando desde arriba del escenario se notó la mala onda entre ellos, sobre todo, entre Pil y Stuka, fieles a esa historia de amor/odio que parece no tener fin. Se escuchó a decir a frontman (bajito pero claro) que para él “todo esto se terminaba ahora”. La canción llegó a su fin y los músicos se retiraron del escenario.   El público, sin comprender absolutamente nada, se quedó a esperar a ver qué pasaba. Unos cuantos minutos después, Stuka salió al grito de “¡Yo no me voy nada, eh!”, completamente solo con su guitarra para interpretar una parte de “Viejos Patéticos”, y después de no tener respuesta al preguntar si el baterista Sergio Gramática estaba en el escenario para acompañarlo, se retiró desorbitado.   La gente se quedó por lo menos, media hora más. Los acomodadores del teatro tampoco sabían qué hacer: si sacar al público o esperar que volvieran porque quedaba solo dos temas, entre ellos “Uno, dos, ultraviolento”. Algunos insultos no tardaron en llegar por parte de la gente, pero lo que más dolía era la desazón y la desilusión.






Ahora sólo queda esperar si la fecha que estuvieron promocionando  para el 15 de noviembre en Auditorio Sur se hace o se cancela. Toda daría a entender que esta fecha en el teatro de la avenida Corrientes,  fue la última de esta etapa. Chicanas, insultos, mala onda y un final abrupto oscurecieron lo que debía ser una fiesta. Que una de las bandas más importantes del país, no pueda celebrar todo lo que le dio a la música y a la gente, realmente es una lástima.  


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Entrevista a Ale Jordá, de la banda española Izal (29 de Enero de 2019)

Ale Jordá: "En cada concierto, intentamos que la banda y el público sean uno"

Con su nueva placa "Autoterapia" bajo el brazo, la banda española Izal vuelve a nuestro país para dar cátedra indie en Buenos Aires y en el Cosquín Rock.


"Estoy sudando en Nuestra Fé... que no para de crecer...", cantaba alguna vez Gustavo Cerati, allá a principios de los ‘90, cuando formaba parte de Soda Stereo. Esa misma fé que sigue creciendo fue la que el movimiento indie mundial sostuvo todos estos años y la llevo a un plano masivo. Eso pasa en Argentina, y también en España, en donde Izal es el caballito de batalla del género. He aquí unas palabras de su baterista, Ale Jordá, previa a su nueva visita a la Argentina.

-¿Cómo fue la elaboración de "Autoterapia" (2018)?

-La base de la elaboración fue básicamente como la de los discos anteriores: Mikel trajo los temas al estudio y ahí les dimos vueltas entre todos para hacerlos crecer. La única diferencia fue que tuvimos más tiempo para darles vueltas en el propio estudio y así lo hicimos. Con todo lo que usaríamos después en la grabación, experimentamos previamente para poder tener una perspectiva más abierta con respecto a las canciones que conformarían el disco.

-¿Qué tiene de distinto éste trabajo en comparación a sus tres primeras placas?

-Previo a este disco, nos dimos un periodo de descanso que nos sirvió para que cada uno desconectara y afrontásemos con más fuerzas la grabación. Esto se refleja en cada tema: el ansía de volver a girar, de grabar con más tiempo y más medios. Empleamos instrumentos que en otros discos no pudimos usar por falta de medios.

-Además de "El Pozo" y "Autoterapia", el noviembre pasado editaron el vídeo de “La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo”, que es más bien un cortometraje, ¿cómo surge la idea del vídeo?

-La gente de Afterlive, encargados de todo lo relacionado con nosotros en el ámbito audiovisual, propusieron a Manuel Rubio y a su equipo de Hiru para llevar a cabo ese gran trabajo con el que estamos muy contentos. Nos gustó tanto que basamos el arte visual de la gira en esa idea.

-Su popularidad fue creciendo a pasos agigantados en España y los ha llevado a los más grandes festivales del mundo, ¿cómo llevan la fama?

-Con bastante normalidad. Aunque de puertas para afuera haya sido de una forma más drástica, somos conscientes de todo el trabajo que hicimos, estando tantos años en este proyecto, así que lo vivimos de forma más gradual. Apreciamos muchísimo el hecho de poder vivir de este maravilloso trabajo del cual durante mucho tiempo no pudimos vivir.

-¿Les es difícil llevar la autogestión con tanta masividad?

- Es complicado, pero va relacionado con un crecimiento que nos motiva aún más. Contamos con la pequeña familia Izal, no sólo formada por nosotros sino también por nuestra agencia de management Hook. Eso hace que el proyecto pueda seguir adelante con mucha fuerza.

-¿Hay alguna banda española y/o de otro país que los haya influenciado a ser independientes?

-Hay muchas bandas que llevan la autogestión como forma de crecimiento y pocas son las que se ven o las que salen a flote. Nosotros en otros proyectos anteriores a este, por separado, ya lo habíamos intentado mediante esta fórmula. Pero el principio fue totalmente a ciegas y confiando en nuestro instinto.

-En los últimos años, el indie sacó a la luz varias bandas nuevas en Argentina, ¿qué saben de la escena local? ¿Hay algún grupo que les guste?

-Tenemos a nuestro bajista Gato, nacido en Argentina y es el que nos mantiene al día de lo que allí se escucha. Tuvimos la suerte de coincidir con Él mató a un policía motorizado y esperamos poder conocer aún más en esta visita que tanto hemos esperado.

-Arrancan el año visitando nuevamente nuestro país, ¿qué sienten al saber de que van a tocar en el festival federal más importante de la Argentina? ¿Qué saben del Cosquín Rock?

-El Cosquín Rock es un festival del que apenas sabíamos hace unos meses, pero que poco a poco nos ha ido cautivando y generando mucha curiosidad. Es un honor poder formar parte de la grilla y nos emociona muchísimo poder volver a esa maravillosa tierra que tan bien nos trató en nuestra primera visita.

-¿Cómo será la fecha en Buenos Aires?

-Será el 6 de febrero en The Roxy, lugar donde ya hemos tocado, y sacaremos todo nuestro repertorio rockero para hacer vibrar el lugar.

-¿Cómo sigue al año para Izal? ¿Cuál es su meta para este 2019?

 -Nuestra meta sigue siendo tocar en vivo lo máximo posible, llevando a cabo el show que tenemos preparado, compuesto por los cuatro trabajos que tenemos. Cada concierto intentamos que sea una fiesta en la que banda y el público se hacen uno, celebrando y bailando.

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Entrevista a Clémentine Delauney, vocalista de la banda austríaca Visions Of Atlantis, antes de su primera visita al país (29 de Enero de 2019)

Clémentine Delauney:"Sabemos que la audiencia argentina es apasionada y le gusta cantar junto a la banda"




¿Querías Metal Sinfónico? ¡Tomá! Visions of Atlantis se estará presentando por primera vez en nuestro país el sábado 9 de febrero, en el nuevo Teatrito. Su vocalista Clémentine Delauney nos cuenta un poco cómo será la visita.

La voz soprano de Clémentine Delauney le pone su tono especial a la nota. Habiendo pasado por las bandas SerenityWhyzdom, la cantante se encuentra escribiendo las nuevas páginas de la historia de Visions of Atlantis (VoA) y le cuenta todo su sentir a Revista El Bondi.
-¿Cómo recordás tu llegada a la banda?-Lo sentí como un gran desafío. A mí me gustaba la banda, conocía sus discos anteriores y siento que fue un paso muy importante para mi carrera como cantante.

-¿Cómo fue el proceso de grabación de “The Deep & The Dark” (2018)?
-Toda la etapa de creación de este álbum fue muy buena y divertida. En lo personal, creo que debe ser porque lo disfruté y aprendí mucho. Pero también fue interesante ver la buena relación que se desarrolló con mis compañeros de banda. Son muy divertidos y pasamos genial juntos.

-¿Sentís que tiene algo diferente este álbum?
-Sí, fue como volver a las raíces musicales de Visions of Atlantis, a la esencia misma de la banda. Quedamos muy satisfechos con el resultado y lo mejor es que a nuestros fans también les gustó el disco. Además, recibimos buenos comentarios y buenas críticas de medios especializados. Eso nos llena de orgullo.

-La balada "The Last Home" es una de las mejores de su última placa, ¿crees que es la canción que mejor define el álbum?
-Puede ser, nunca lo pensé realmente. De todas maneras, creo que hay varias canciones muy buenas en este disco. No quiero elegir una sobre otra porque son todas como mis hijass, pero me gusta mucho cómo estamos tocando este disco en vivo, suena muy poderoso y los fans realmente lo disfrutan.

-En febrero tocarán por primera vez en Argentina, ¿qué sabes de nuestro país?
-Todos en el ámbito musical conocen muy bien a la audiencia argentina. Son muy apasionados y les gusta cantar junto con la banda. ¡No podemos esperar para finalmente conocer a nuestros fanáticos argentinos!

-¿Qué sorpresas tienes preparadas para los shows en Latinoamérica?
-Nuestros fans ya conocen las canciones que estamos tocando en vivo, hay muchos videos que suben en YouTube. Las sorpresas seguramente se conocerán, pero lo que realmente importa es que existe esta posibilidad de que Visions of Atlantis toque en Argentina y podamos interactuar con nuestra gente.

-¿Cuáles son los planes después de la gira? ¿Están trabajando en nuevas canciones?
-Siempre hay ideas para algunas canciones nuevas, pero ahora queremos concentrarnos en todas las cosas buenas que se nos presentan. Tocar en (el festival anual) “70000 Tons of Metal”, de seguro, una experiencia inolvidable. Y, por supuesto, la gira sudamericana que tanto esperamos nosotros y nuestros fans.

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